A partir de los 45 años, la mayoría de las mujeres comienzan a experimentar los síntomas de la menopausia. No se trata de una enfermedad, pero es verdad que los efectos de esta son muy molestos, así que hay varios tratamientos.

Para saber si la menopausia está apareciendo, hay que estar atenta a estos síntomas:

Cambios en la regla

Lo que primero notan las mujeres es un cambio en las reglas, que dejan de ser regulares, acortándose o alargándose, e incluso cambiando la cantidad de sangrado, unas alteraciones que son normales.

Además, pueden aparecer sangrados entre periodos o cortarse durante un año para volver a reaparecer.

Sofocos

De todos los síntomas de la menopausia, el más frecuente y clásico es el de los sofocos, unos calores repentinos que no tienen nada que ver con la temperatura exterior.

Los calores son tan fuertes que incluso pueden enrojecer la cara y el cuerpo, y en ocasiones ocurren por la noche, llegando a despertar a las mujeres que los sufren.

Incontinencia urinaria

Va aparejada a la menopausia. No es grave, pero sí impide llegar al baño en ocasiones, e incluso se puede perder algo de orina cuando se hace deporte o esfuerzos físicos.

Cambios en el cuerpo

Se desconoce si las alteraciones en el cuerpo que suceden tras la menopausia se deben a los estrógenos, los científicos no se ponen de acuerdo, pero lo cierto es que se dan y son evidentes.

Es normal que la cintura se haga más ancha, que se pierda músculo y se gane grasa, además de que la piel se nota más fina, algo que va asociado a dolores articulares y musculares.

Se duerme peor

Una mujer con menopausia duerme peor, ya que le cuesta más hacerlo y además se despierta muy pronto.

No hay que olvidar que los sudores nocturnos son uno de los síntomas de la menopausia, de manera que dificultan que las mujeres permanezcan dormidas tanto como los hombres de su misma edad.