Los calores excesivos, además de incomodidad, agobio y fatiga, producen otros efectos directos en nuestro organismo. Uno de los más molestos es la hinchazón de pies.

Te explicamos por qué ocurre este fenómeno y qué podemos hacer para contrarrestarlo.

¿Por qué se hinchan los pies en verano?

Lo cierto es que los pies no solo se hinchan en verano, sino también en cualquier otra época del año. La condición necesaria es que la temperatura ambiente sea excesivamente alta, sin importar la estación meteorológica ni si el calor es producido por causas naturales o por medios artificiales.

Conque es el calor, y no el verano, lo que produce que en ocasiones se nos hinchen los pies.

Esto ocurre porque las altas temperaturas ambientales provocan la dilatación de los vasos sanguíneos, con el efecto colateral de que los fluidos corporales se desplazan hacia abajo con mayor facilidad, acumulándose en los pies y, en menor medida, en las manos.

Y es que las manos también se nos hinchan en verano, pero no lo percibimos con tanta claridad porque no existe una prenda rígida, similar al calzado, que las constriña.

La edad supone un mayor riesgo de sufrir edema por calor, especialmente si existen otras afecciones que predispongan a la retención de líquidos, como puedan ser los trastornos de la circulación.

Un factor no estacional que influye en la hinchazón de los pies

El desequilibrio de las sales en el cuerpo también influye negativamente en la hinchazón de pies. El exceso de sales provoca que retengamos líquidos, efecto que se suma al de la vasodilatación por calor.

Qué puede hacerse

Algunas medidas para evitarlo pueden ser:

  • Utilizar calzado abierto y no compresivo: sandalias y chanclas son la mejor opción.
  • Si es posible, remojarse los pies frecuentemente con agua fresquita.
  • Evitar la sal en la alimentación.
  • Beber solo agua y evitar las bebidas alcohólicas, azucaradas o que contengan muchas sales minerales.

Estas pautas tienen un alcance limitado, pero su efecto sinérgico contribuirá a minimizar la hinchazón veraniega de nuestros pies.