El diagnóstico, la prevención y el tratamiento de las diferentes patologías que afectan al aparato circulatorio, clasificables globalmente en cuatro categorías (patologías venosas, patologías arteriales, pie diabético y accesos vasculares), son el ámbito de actuación de la Angiología y la Cirugía Vascular, una especialidad médico quirúrgica que cuenta desde hace años con un programa formativo propio vía MIR.
Patología venosa
La insuficiencia venosa superficial, conocida comúnmente como varices se puede definir de forma esquemática como dilataciones de las venas superficiales, principalmente de los miembros inferiores, lo que impide su correcto funcionamiento, generando dolor, pesadez, lesiones cutáneas e incluso úlceras.
La insuficiencia venosa profunda, al igual que en el caso de la insuficiencia venosa superficial, impide un correcto funcionamiento de las venas, en este caso profundas, generando, como en el caso anterior, dolor, pesadez, lesiones cutáneas e incluso úlceras.
La trombosis venosa, tanto profunda como superficial, es la obstrucción de las venas por coágulos formados en su interior, originando un dolor intenso, enrojecimiento e hinchazón más o menos marcada de la zona afectada e incluso de todo el miembro en el caso de que la afección corresponda a una vena del sistema profundo. “Si el territorio afectado es el sistema venoso profundo, el trombo puede incluso desprenderse de la zona donde se ha formado, llegando a impactar en los pulmones y pudiendo producir un tromboembolismo pulmonar, una patología muy severa y con riesgo vital para el paciente”, explica el Dr. Ricardo Arias.
Patología arterial
Se trata de las enfermedades que afectan a las arterias, que son los ‘conductos’ que sacan la sangre del corazón para distribuirla por todo el organismo.
Esquemáticamente podemos dividirlas en dos grupos: Isquemias y aneurismas.
- Las isquemias se dividen en dos grandes grupos: Isquemias agudas e isquemias crónicas:
- La isquemia aguda es la obstrucción súbita de una arteria por un coágulo que, en función de la localización, la extensión y las características clínicas del paciente, pueden originar una clínica que oscila desde los pocos síntomas hasta incluso la pérdida de la extremidad.
- La isquemia crónica es la obstrucción del flujo en las arterias, provocada paulatinamente a lo largo del tiempo, con lo cual el organismo puede tener cierto margen a compensar la falta de flujo por estas vías principales a través de otras colaterales.
- Los aneurismas son dilataciones de las arterias que se pueden producir en distintas zonas del organismo. Su peligro radica en la posible rotura del mismo, con el consiguiente riesgo vital para el paciente, o en que origine la obstrucción de la arteria donde se encuentra, existiendo riesgo de pérdida de la extremidad afectada por falta de riego.
Pie diabético
Se denomina pie diabético a la presencia de lesiones en los pies, en pacientes diabéticos, como consecuencia de la evolución en el tiempo de su diabetes.
Sin un correcto seguimiento o tratamiento, pueden implicar, en muchos casos, la amputación de dedos e incluso la pérdida de la extremidad.
Resulta imprescindible una valoración rigurosa, por parte de un especialista en Angiología y Cirugía Vascular, del estado circulatorio del pie junto a un diagnóstico y una indicación rigurosa y precisa del tratamiento, que incluye tanto el tratamiento médico y la cirugía, como del tipo de cura a realizar y su seguimiento, en caso de la existencia de lesiones.
“Una atención no especializada, sin la valoración por parte de un especialista en Angiología y Cirugía Vascular, puede implicar un elevado riesgo en la evolución de esta patología” afirma el Dr. Ricardo Arias.
Accesos vasculares
Los accesos vasculares son dispositivos que permiten el acceso al sistema circulatorio de una forma continuada en el tiempo, minimizando las molestias y riesgos para el paciente.
Dos tipos de accesos principales: La fistulas arteriovenosas para diálisis y los implantes permanentes de accesos vasculares para quimioterapia en procesos oncológicos o medicaciones intravenosas de larga evolución
En las fístulas arteriovenosas para diálisis, se une una arteria con una vena con la finalidad de aumentar el flujo sanguíneo a nivel venoso, lo cual permite el acceso a un vaso sanguíneo con un flujo alto (imprescindible para una correcta diálisis), con menos posibilidad de complicaciones y mayor confort y comodidad para el paciente.
En el caso de los implantes permanentes de accesos vasculares para quimioterapia en procesos oncológicos o medicaciones intravenosas de larga evolución, se busca minimizar el riesgo que implica la punción reiterada de una vena de poco calibre con medicaciones en muchos casos muy irritante y aumentar el confort del paciente durante la administración de la medicación.
La patología vascular suele estar condicionada por hábitos de vida sedentarios unidos a factores como el sobrepeso, hipertensión arterial, diabetes, colesterol y consumo de tabaco. Su control, seguimiento y tratamiento son vitales de cara a evitar la aparición de la patología vascular y la progresión de la misma con los consiguientes riesgos.
“El diagnóstico de la patología vascular debe estar basado en una correcta anamnesis (entrevista con el paciente para conocer detalles de su enfermedad de la forma más precisa posible), sumada a una rigurosa exploración física y un detenido estudio de los antecedentes médicos del paciente. Todo ello nos permitirá, en un altísimo porcentaje de casos, emitir un juicio clínico e indicar unas pautas de tratamiento. Valoraciones no especializadas, poco rigurosas, retraso en las mismas y tratamientos poco optimizados, disminuyen de forma muy importante las posibilidades de éxito en el tratamiento de los pacientes con patología vascular”, afirma el Dr. Ricardo Arias, especialista en Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Quirónsalud Murcia.
A rasgos generales, a excepción de los aneurismas, los estrechamientos arteriales a nivel del territorio carotídeo y en algunos casos la patología venosa, las pruebas de imagen enfocadas a patologías del aparato circulatorio estarán encaminadas a establecer la estrategia quirúrgica una vez haya sido indicada la misma tras la valoración clínica, de ahí la importancia de una valoración especializada, que disminuya los problemas al paciente, sea eficiente en el diagnóstico y optimice el tratamiento maximizando las posibilidades de éxito del mismo.
“Los tratamientos de las patologías vasculares ofrecen un ámplio abanico de posibilidades, que incluyen el tratamiento conservador (que evita las cirugías), la cirugía convencional abierta, la cirugía endovascular (cateterismos) y los procedimientos híbridos, que combinan las ventajas de la cirugía abierta y endovascular. En cualquier caso, aunque como especilista en Angiología y Cirugía Vascular, se puede ofrecer con las máximas garantías cualquiera de estos tratamientos, no es tan importante en sí el tipo de técnica empleada, como la correcta elección de la técnica más adecuada para cada paciente, con una valoración rigurosa y exahustiva previa del paciente que permita optimizar el tratamiento y las posibilidades de éxito en la solución de su problema a corto y largo plazo” afirma del Dr. Ricardo Arias.
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