Si hablamos de deseo sexual en el hombre, parece que no hay mucho que decir. Muchos lo resumirían a un “siempre está dispuesto”. Para muchos, esto parece una realidad. De hecho, algunos hombres han llegado a decirle a su pareja cosas como “cuando tengas ganas me dices, que ya sabes que yo siempre estoy dispuesto”, “no lo hacemos más porque no quieres, por mí lo haríamos todos los días”, “si me buscas, me encuentras” y un largo etcétera.

Pero no todos los hombres siempre tienen ganas. De hecho, ningún hombre siempre tiene ganas. Algunos pueden notar un deseo muy frecuente e intenso, pero nadie puede decir que siempre a todas horas y en cualquier momento tiene ganas. El deseo se puede ver afectado por factores como una enfermedad, la relación de pareja, la relación con uno mismo, el estrés laboral, la llegada de un hijo, etc.

Se admite fácilmente poder hablar de la falta de deseo en la mujer, pero cuando se trata de un hombre que no tiene ganas, parece que fuera algo extraño, un terreno pantanoso en el que no se sabe qué hacer ni a dónde acudir.

Por eso hoy, he querido dedicar este espacio a aquellos hombres que luchan por su falta de deseo y a las parejas que les acompañan.

Para empezar diremos que es normal, totalmente normal, no tener deseo sexual o notar una reducción en éste durante algunos periodos. Puede tratarse de algo ocasional y transitorio donde lo mejor no es “intentar” tener deseo.

Lo primero que necesitaremos es valorar los factores que se relacionan y pueden estar influyendo en el deseo sexual. Muchas feces la inapetencia es sólo la punta del iceberg de otros aspectos no resueltos.

Causas orgánicas

  • El consumo de medicamentos como por ejemplo: algunos antidepresivos, medicamentos para tratar la diabetes, la hipertensión o enfermedades cardiovasculares, algunos ansiolíticos.
  • Enfermedades y alteraciones hormonales. Cualquier aspecto que disminuya la testosterona.
  • Hay enfermedades que pueden afectar directamente al deseo y hay otras que lo hacen de forma indirecta. Por ejemplo, cualquier alteración de la salud que provoque dolor, incomodidad, etc.
  • puede dificultar la práctica sexual y esto, a su vez, puede reducir el deseo sexual.

Causas psicológicas

  • La imagen corporal. Aquí entraría la imagen que el hombre tiene de sí mismo, el verse atractivo, deseable, aceptado. Este apartado se relaciona con todos los aspectos de cuidado personal.
  • Autoestima. Un hombre que se siente inferior, que se cuestiona a sí mismo constantemente, puede estar totalmente desconectado de su deseo sexual. Incluso, si conectara con ese deseo, puede tener serias dificultades para expresarlo debido a no tener confianza en sí mismo y en la respuesta que vaya a obtener de su entorno.
  • Alteraciones del estado de ánimo.
  • Trastornos ansiosos.
  • Estrés.
  • Traumas de la infancia como abusos sexuales.
  • Duelo amoroso.
  • Crisis vitales.
  • La educación interiorizada, como por ejemplo la exigencia de tener que estar siempre dispuesto, etc.

Causas relaciónales

  • Aquí entraría la relación de pareja (si la tiene) y la relación con su entorno.
  • Por ejemplo, una mala relación en el lugar de trabajo puede influir sobre el estado de ánimo y, éste, sobre el deseo sexual.
  • Por otro lado, una relación de pareja hostil puede cortarle las alas a cualquier expresión de deseo sexual.
  • Dentro de la relación de pareja podemos distinguir en algunos factores de más influencia:
  • Conflictos frecuentes: puede estar evitando todo tipo de acercamiento, incluso el sexual.
  • Infidelidad: si él está en otra relación paralela.
  • Falta de perdón: si se ha sentido herido, puede ser que su forma de protegerse sea desconectándose.
  • Control, puede ser que se sienta controlado, dirigido y que en lo único que sí que pude mandar es en su propio deseo, es una forma de protesta.
  • Desajuste con su posición en la pareja. Por ejemplo un hombre que ve a su mujer como si fuera su madre. O que se siente amenazado porque su pareja tiene más poder adquisitivo, profesional, etc.
  • Maltrato. Cualquier forma de desprecio, humillación, etc. puede tener consecuencias devastadoras para el deseo sexual.

Adicción a la pornografía

Otra de las causas del bajo deseo sexual en el hombre es el consumo excesivo de pornografia o la adicción al cibersexo. Parece curioso. Uno pensaría que un hombre que consume con mucha frecuencia porno tiene más ganas. Pero no tiene para nada que ser así.

La pornografía abre un mundo sexual ideal para el hombre donde no es evaluado, donde puede expresarse sin censuras, donde nunca falla, donde puede variar todo lo que quiera, donde puede conectar directamente con la práctica que le produzca placer sin tener que resolver ningún conflicto relacional, un mundo donde el ejerce la presión, movimiento y duración que necesita de forma directa. Así pues, hay hombres que simplemente se han refugiado en el consumo de pornografía y les resulta molesto, incómodo o incierto el pensar en mantener sexo con una pareja de carne y hueso.

Recordemos que el individuo es un ser integral y que todos estas causas pueden ser factores que se relacionen con la pérdida o disminución del deseo sexual.

Así que cualquier esfuerzo por recuperar el deseo, tendrá que tener en cuenta las causas para resolverlas y poder lograr el objetivo.

Consultorio de Pareja y Sexualidad

Anna Gil Wittke resolverá todas tus dudas en el encuentro digital que mantendrá con los lectores el próximo miércoles 10 de noviembre a las 18:00h. ¡Envía tus preguntas!

Si tienes mas dudas o quieres recibir ayuda, puedes contactar con el Instituto de la Pareja:

info@ipareja.com o llamar al 692 796 859.