Las enfermedades cardiovasculares son un enemigo silencioso. Los problemas del corazón y de los vasos sanguíneos se presentan muchas veces sin dolor y sin síntomas evidentes y, por ello, a menudo no son tratados y pueden derivar en problemas de salud todavía más serios, como el ataque al corazón, la embolia cerebral o el deterioro de la función de los riñones.
Pero, ¿es posible prevenir una enfermedad cardiovascular antes de que vaya a más? La respuesta es sí, si conocemos los síntomas de problemas de corazón más frecuentes podemos actuar a tiempo. Por ello, ante cualquier síntoma que pueda indicar un problema de corazón, los expertos recomiendan hacerse un chequeo cardiológico.
Además, recomiendan hacerse estas pruebas para detectar problemas de corazón con determinada frecuencia, especialmente a partir de determinada edad. Nos lo explica mejor el doctor José Nieto, jefe de Cardiología de Quirónsalud Murcia.
¿A qué edad deberíamos empezar a chequear nuestra salud cardiovascular?
Las recomendaciones actuales establecen que a partir de los 40 años en varones, y de los 50 años en mujeres (o tras la menopausia), se debería realizar una valoración del riesgo cardiovascular en personas sin factores de riesgo conocidos.
¿Qué tipo de pruebas para detectar problemas de corazón se deberían realizar en estos primeros chequeos?
Se debe realizar una valoración dirigida hacia la búsqueda de síntomas cardiológicos o enfermedad cardiovascular establecida, así como una valoración clínica y analítica en busca de la presencia de los factores de riesgo cardiovascular más directamente relacionados con el desarrollo de las enfermedades cardiovasculares, como son la hipertensión arterial, la dislipemia, la diabetes mellitus, el tabaquismo, la obesidad o el sedentarismo, o la presencia de antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular precoz.
¿Qué información nos aportan estas pruebas referente a nuestra salud cardiovascular?
La presencia de un elevado riesgo cardiovascular, establecido por la presencia de uno o varios factores de riesgo de los antes mencionados (hipertensión, colesterol, diabetes, tabaquismo, sedentarismo), en combinación con otro factor no modificable pero muy importante como es la edad, va a aumentar la probabilidad de desarrollar enfermedad cardiovascular en los años venideros, por lo que tenemos la oportunidad de controlarlos y reducir la aparición futura de una patología de elevada morbimortalidad como es la cardiovascular.
La presencia de un elevado riesgo cardiovascular en combinación con otro factor muy importante como es la edad va a aumentar la probabilidad de desarrollar enfermedad cardiovascular en los años venideros, por lo que tenemos la oportunidad de controlarlos
¿Cada cuánto tiempo deberíamos repetir estos chequeos cardiológicos?
La valoración del riesgo cardiovascular debe realizarse cada cinco años, o antes si nos encontramos en un nivel de riesgo cardiovascular próximo a plantear el inicio de una intervención terapéutica.
¿Existen chequeos cardiológicos diferentes según el tramo de edad de las personas?
Para establecer el nivel de riesgo las determinaciones son básicamente las mismas independientemente de la edad, si bien aquellos individuos de mayor edad van a presentar un mayor riesgo a igualdad de otros factores.
¿Existen diferencias entre los chequeos femeninos y los masculinos?
La valoración del riesgo cardiovascular no difiere en líneas generales entre ambos sexos, pero en el caso de las mujeres existen algunas condiciones específicas del embarazo que confieren un mayor riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular futura, como son la preeclampsia o la hipertensión inducida por el embarazo, así como la presencia del síndrome del ovario poliquístico o la diabetes gestacional, que implican un mayor riesgo de desarrollo futuro de diabetes.
¿Cuáles son los principales síntomas indicadores de que sufrimos una enfermedad cardiovascular?
Los principales síntomas de problemas de corazón son la aparición de dolor torácico, especialmente con la actividad física, el cansancio o la falta de aire con los esfuerzos, así como la cefalea, la retención de líquidos o las palpitaciones pueden sugerir presencia de enfermedad cardiaca. A otros niveles se puede manifestar por la pérdida de fuerza o sensibilidad de alguna parte del cuerpo, así como dolor en las piernas al caminar.
¿Qué factores son los principales enemigos de la salud cardiovascular?
El principal, la edad, pero ahí tenemos poco que hacer. Los enemigos que dependen de nuestra conducta van a ser unos malos hábitos alimenticios, el consumo de tabaco, y la falta de actividad física regular, que a su vez van a incidir en la existencia de otros factores nocivos como la diabetes, la obesidad, la dislipemia (alteración de los niveles de lípidos en sangre) o la hipertensión, en gran parte modificables.
Los tres consejos clave para evitar los problemas de corazón
Para finalizar, el doctor José Nieto, jefe de Cardiología de Quirónsalud Murcia, te da los tres consejos clave para evitar los problemas de corazón y disfrutar de una vida cardiosaludable: realizar ejercicio, comer bien y evitar el tabaco. “Son tres recomendaciones que repito a diario en la consulta, y que producen una gran mejora en la calidad de vida en aquellos que se conciencian y las llevan a cabo”, concluye Nieto.
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Chequeos recomendables tras la infección por covid-19
La pandemia y sus medidas de confinamiento también han puesto el foco en la necesidad de vigilar problemas de salud como los trastornos del sueño, y, sobre todo, ha resaltado la importancia de los chequeos especializados una vez superada la infección de covid, con el objetivo de poder reconocer y tratar posibles efectos del coronavirus.
El doctor Fulgencio Molina, jefe del Servicio de Urgencias del Hospital Quirónsalud de Murcia, analizaba recientemente en este diario las posibles secuelas del coronavirus en nuestra salud, así como sus formas de manifestarse, y pasos y consejos a seguir para una óptima recuperación tras haber superado la infección por coronavirus. Lo más importante es la revisión periódica por su médico, que, en cada caso, indicará las pruebas o marcadores correspondientes que se necesiten. Estas pueden ir desde una analítica general hasta pruebas complementarias más complejas. “Es difícil generalizar en este caso, pero insistiría en que lo más importante, es la revisión periódica con su médico”, explica el doctor Fulgencio Molina.
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