Desde junio de 2013, todas las viviendas a la venta o en alquiler deben disponer del correspondiente certificado de eficiencia energética, un índice que especifica mediante una escala de siete letras, de la 'A' (la más alta) a la 'G' (la peor nota), el nivel de emisiones de CO2 en relación a las dimensiones del inmueble.

Este certificado ofrece así una información clave al posible comprador o inquilino del inmueble para que pueda valorar el gasto energético necesario y, en consecuencia, tomar una decisión al respecto Tal y como indica el portal tucasa.com, este certificado tiene una vigencia de 10 años.

¿Quién debe solicitarlo?

No es necesario que quienes no piensen vender o arrendar su casa lo soliciten. Además, tampoco resulta obligatorio para pisos arrendados por menos de cuatro meses o inmuebles aislados de menos 50 metros cuadrados útiles. Sí se exigirá a los edificios de nueva construcción y también cuando se lleva a cabo una reforma con una superficie superior a los 1.000 metros cuadrados y que afecte a más del 25% de sus cerramientos.

¿Cuándo y cómo se tiene que entregar el certificado?

Al comprador se le debe entregar el original del certificado energético en el momento de otorgar escritura de venta, y el notario dará fe de ello. Si el contrato es de alquiler, bastará con una fotocopia. Además, según indica tucasa.com, también se necesita la etiqueta energética que emita la comunidad autónoma correspondiente. No se puede solicitar el certificado una vez que se ha realizado la venta o el contrato de alquiler.

¿Dónde se puede solicitar?

Hay que recurrir a un técnico habilitado y con formación para este trabajo. Es imprescindible que éste realice una visita de toma de datos al inmueble.

¿Cuánto cuesta?

No existe un precio concreto, ya que cada técnico acreditado realiza su propuesta.

¿Por qué motivo puede haber sanciones?

La ley establece un régimen sancionador por incumplimiento de este requisito. Las multas irán desde los 300 euros a los 600 euros en el caso de leves, de los 601 a los 1.000 euros en el de las graves y de los 1.001 a los 6.000 para las muy graves. Para encontrar irregularidades se realizan dos tipos de inspecciones aleatorias: la primera para comprobar si el inmueble posee o no el certificado energético y la segunda buscando falsedades en el certificado.