La riqueza natural de Sierra Espuña es muy alta. En ella se encuentra una gran cantidad de especies de flora y fauna, muchas de ellas endémicas de estas tierras del sureste español.

El paisaje de Espuña está determinado por la intervención humana sobre el terreno, dando lugar al mosaico paisajístico que hay se encuentra en la actualidad y donde se pueden ver zonas forestales de media y alta montaña, ambientes rurales, paisajes desérticos y núcleos de población.

La zona central se caracteriza por un ambiente forestal de forma homogénea con una alta calidad paisajística, en contraste con los sistemas de bad-lands de los Barrancos de Gebas, y de las zonas periféricas influenciadas por poblaciones más o menos rurales. Cabe destacar la importancia paisajística y natural de la parte norte de la Sierra donde se encuentran las localidades de Casas Nuevas (Mula) y Pliego.

Flora

En Sierra Espuña el turista puede encontrar alrededor de mil especies vegetales distintas y el 33% del total de las especies encontradas en la Región de Murcia. De todas estas especies, 36 están protegidas por la legislación o bien tienen un peculiar interés botánico y biogeográfico, por lo que merecen especial atención.

El pino carrasco es la especie arbórea predominante, aunque cabe destacar la presencia de pino laricio (Pinus Pinaster) y el pino negral (Pinus Nigra), en las zonas más altas de la sierra, todos ellos fruto de las modélicas repoblaciones. Existen numerosas, pero pequeñas manchas de encinas, quejigos y arces en las umbrías. Acompañando a las ramblas y proximidades de las fuentes también se desarrollan olmos, chopos y álamos, junto a una galería de plantas arbustivas: madreselvas, rosales, zarzaparrillas, durillos y otras.

El sotobosque se encuentra bien desarrollado en algunas laderas y se compone de coscoja, lentisco, espino, enebro y madroño. Las marcadas diferencias entre laderas de distinta exposición solar son fácilmente apreciables en la cobertura vegetal.

En las cumbres, la vegetación destaca por su adaptación a condiciones meteorológicas extremas y viene representada por el piorno azul y la sabina mora.

Aves, mamíferos, reptiles y anfibios

La composición faunística de Espuña es bastante variada. Sólo la comunidad de vertebrados está constituida por 8 especies de anfibios, 17 de reptiles, 123 de aves y 38 de mamíferos. Entre los insectos aparecen especies singulares características del macizo como las mariposas Aricia Morronensis y Cupido Carswelli. Entre los anfibios destaca el sapo corredor, y el sapillo pintojo. La diversidad de la comunidad de reptiles incluye, entre otros, al lagarto ocelado, la víbora hocicuda y la culebra bastarda. Pero, sin lugar a dudas, son las aves el grupo mejor conocido. En las masas forestales campean a placer carboneros, mitos y piquituertos. Azores y gavilanes al acecho durante el día. Por la noche serán el cárabo y el búho real quienes lo hagan, en unos de los escasos puntos de la Región donde se puede escuchar su canto. Los bordes del pinar y los setos son preferidos por escribanos, fringílidos y zorzales, y en ellos llegan a ser abundantes las águilas calzadas y real. La presencia de algunas de estas especies han motivado la declaración de esta área como Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA), de importancia comunitaria en el ámbito europeo, más concretamente por las comunidades de búho real y águila real. Dentro de los mamíferos, por su tamaño y exotismo, el Arrui o Muflón del Atlas, es la estrella del parque. Introducido en 1970, su población ha crecido rápidamente, produciéndose la declaración de reserva nacional de caza en 1973. Además de esta especie, las ardillas (subespecie endémica), lirones, jabalíes, garduñas, ginetas, tejones y gatos monteses completan en parte el plantel de mamíferos del Parque.