Uno de sus principales atractivos es el cañón de Almadenes, que transcurre en un espacio natural protegido de bosque de ribera. Se puede practicar senderismo, espeleología y barranquismo e incluso rafting, descendiendo el desfiladero por las aguas del río Segura. El cañón tiene numerosas cuevas. Algunas de estas cavidades albergan restos arqueológicos y pinturas rupestres del Neolítico, que han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad.

El Museo Arqueológico muestra estos restos de los antiguos pobladores de Calasparra. Éste ocupa un inmueble del siglo XVIII que albergaba la Encomienda de la Orden de San Juan de Jerusalén. Con sus más de 700 piezas, se puede realizar un recorrido por la historia de la población, desde el paleolítico hasta la época medieval, gracias a los hallazgos islámicos del yacimiento de la Villa Vieja.

En la visita a Caslasparra merece la pena dedicar una mañana a descubrir su casco antiguo. En la calle Mayor se encuentra la Casa Granero, un hermoso edificio de estilo neoclásico. Alberga la Oficina Municipal de Turismo y el Museo del Arroz. Éste se compone de varias salas en las que el visitante podrá adentrarse en el mundo del arroz y su historia, ayudándose de paneles informativos, sala de audiovisuales, juegos didácticos y una exposición de materiales y utillajes utilizados en la práctica del cultivo de este cereal.

Cerca de allí está la Torre del Reloj, todo un emblema en la ciudad. Ésta recuerda a las construcciones mudéjares del siglo XV y XVI.

Calasparra también cuenta con un importante patrimonio artístico-religioso. En la iglesia de La Merced aún quedan restos de un convento del siglo XVIII. Destacan las tallas de un Crucificado del maestro sevillano Juan Manuel Miñarro López y el Corazón de Jesús, del siglo XX, procedente de los talleres de Olot. La iglesia parroquial de San Pedro es un edificio de estilo barroco murciano. Doce bellos retablos se distribuyen por sus tres naves. La ruta bien podría terminar en La Corredera, la plaza más importante del pueblo. Un lugar de encuentro vecinal, con numerosos bares y restaurantes donde poder disfrutar los sabrosos platos de su apreciada gastronomía local.

Cuando llega el mes de julio, los calasparreños se disponen a celebrar las fiestas patronales en honor a San Abdón y San Senón. Entre sus actos, destaca el desfile de carrozas y las multitudinarias verbenas. En septiembre tiene lugar la Feria, que incluye festivales de flamenco y folclore, la feria taurina del arroz y la tradicional romería al Santuario de Nuestra Señora de la Esperanza, patrona de la localidad. Sus encierros congregan a numerosos visitantes. Otra tradición destacada es la Semana Santa. El acto del Prendimiento, la noche del Miércoles Santo, es el acto principal, cuenta con la declaración de Interés Turístico Regional.

Cuna del arroz

El motor principal de la economía del municipio es la agricultura, y en ella destaca el cultivo del arroz, considerado el mejor del mundo por muchos expertos. El coto arrocero de Calasparra y El Salmerón ocupa una superficie de 1.500 hectáreas. Se cultivan principalmente las variedades Balilla, Sollana y Bomba. En 1986 este producto consiguió la denominación de origen.