El turismo también se puede oler y saborear. Los municipios costeros de la Región de Murcia son apreciados por su gastronomía. En el menú, el pescado, recién capturado, comparte protagonismo con las exquisitas frutas y verduras procedentes de la huerta. La combinación de estos productos da lugar a una amplia variedad de platos que aseguran el éxito en cualquier banquete.

En las localidades que baña el Mar Menor la elaboración con más adeptos es el caldero. Lo tradicional es montar una fogata a pie de playa. En una olla de aluminio se cuece arroz y distintos tipos de pescado, entre ellos, el mújol y la gallineta, que posteriormente se sirven por separado. Tomate pelado, ajo y pimientos de la variedad 'bola', conocidos como ñoras, componen el resto de ingredientes. Este plato, de sabor intenso, suele acompañarse con una salsa alioli.

En la zona también se pueden degustar otras delicias como el mojete murciano, las perdices de lechuga, los michirones, elaborados con habas tiernas y distintos tipos de embutido; los guisantes con jamón y los pimientos fritos.

Cuando se sale de tapeo, lo tradicional es acompañar la cerveza con los afamados langostinos del Mar Menor o bien con un copioso plato de salazones, compuesto por mojama, huevas de mújol y atún de ijada. Éste suele acompañarse por habas crudas y almendras fritas.

De salado a dulce

Si las propuestas saladas son abundantes, las dulces no se quedan cortas. El pastel de cierva es un regalo para el paladar. Se prepara desde el siglo XIX y su receta tiene como origen un cocinero ruso de un barco que fondeó en aguas del Mar Menor y le dio la receta a un pastelero de San Javier. Su nombre se le atribuye al político Juan de la Cierva y Peñafiel. La masa está rellena de carne de ave cocida y huevo duro. También se recomienda probar el clásico tocino de cielo, la sopa real, elaborada con almendras y yema de huevo; y el arrope, que contiene frutas y verduras maceradas con miel. Para acabar la comida, bares y restaurantes ofrecen un asiático, un café cien por cien cartagenero con leche condensada, canela y coñac.

Otras zonas del litoral murciano también ofrecen una extensa carta de especialidades. En las aguas de Águilas abundan la móllera, la rascacia, el caramel, la musina, la sardina, la melba y el bonito, pescados que sirven para preparar las populares moragas y parrilladas. También para hacer caldo, arroz a banda y escabeches. El producto estrella es el gambón rojo, de excepcional calidad. Los postres de esta zona tienen una clara influencia árabe, como la tortada y el pan de higo.

Por otra parte, la cocina mazarronera tiene aromas y sabores característicos. El arroz y bogabante, los fideos con bonito y la cazuela de estorninos empanada nunca faltan en la mesa. Tampoco la talvina, parecida al caldero pero en la que se usa harina de maíz en vez de arroz; el encebollado y el atascaburras. Éste último, elaborado con bacalao, se degusta en Semana Santa y Navidad.