Desde su constitución en Comunidad Autónoma, la Región de Murcia ha experimentado un constante crecimiento basado en la propia reinvención y en la adaptación a los nuevos tiempos. Si hace 30 años basó su economía en la agricultura y la industria agroalimentaria, más tarde la apuesta pasó por el turismo y se conjugó con la construcción, al tiempo que se desarrollaba un ambicioso plan industrial y de nuevas tecnologías. Treinta años después se percibe un nuevo cambio de ciclo, en parte por una devastadora crisis económica que se ha cebado con la construcción. La nueva apuesta es el ´crecimiento inteligente´, desarrollando una economía basada en el conocimiento, la innovación y el desarrollo sostenible.