El alcázar de Toledo es una fortificación de carácter civil y militar, ubicada en la parte más alta de la ciudad española de Toledo. Su privilegiada situación ha hecho de él un lugar de gran valor estratégico y así lo intuyeron los diversos pueblos que se asentaron en él. Su nombre se debe a uno de esos dominadores: los árabes, que fueron los que lo llamaron «Al Qasar», que significa «fortaleza», nombre acortado del que era habitual: «Al-Quasaba», cuyo significado era el lugar de la verdadera residencia principesca.​

Una vez utilizado como palacio romano en el siglo III, fue restaurado bajo el reinado de Carlos I y su hijo Felipe II en la década de 1540.​ En 1521, Hernán Cortés fue recibido por Carlos I en el alcázar, tras la conquista del Imperio azteca. La mayor parte del alcázar fue reconstruida o restaurada entre 1939 y 1957 después del asedio del Alcázar en la guerra civil española. Actualmente el alcázar de Toledo es sede del Museo del Ejército y de la Biblioteca de Castilla-La Mancha. Está protegido como Bien de Interés Cultural.

Durante la guerra civil española (1936-1939) fue utilizado por el entonces coronel José Moscardó como punto defensivo y de resistencia de la Guardia Civil y resultó casi totalmente destruido por las tropas leales a la Segunda República y los milicianos, durante un asedio que duró setenta días, del 21 de julio al 27 de septiembre de 1936. Fue liberado ese día por las tropas al mando del general José Enrique Varela y visitado al día siguiente por Francisco Franco, jefe de las tropas sublevadas. La propaganda franquista convirtió el asedio del alcázar en un símbolo del heroísmo durante la guerra.​

En octubre de 1998 se convirtió en la sede de la Biblioteca de Castilla-La Mancha, que se creó integrando los fondos y servicios de la Biblioteca Pública del Estado en Toledo (ubicada hasta entonces en la Casa de la Cultura, en la parte trasera del Museo de Santa Cruz) con los de la Biblioteca Regional (ubicada hasta entonces en el Palacio de los Condes de Oñate). A partir de julio de 2010 es sede del Museo del Ejército procedente del antiguo Salón de Reinos de Madrid. Aún podrían verse balas perdidas de la Guerra Civil incrustadas en las paredes del alcázar.