¿SABÍAS QUE…?

Algunos insectos pueden quedarse parados en la superficie del agua sin hundirse, e incluso pueden caminar sobre el agua. Esta habilidad tan sorprendente la tienen, por ejemplo, los mosquitos, las arañas pescadoras y nuestro invitado de hoy: el zapatero (de nombre científico Gerris lacustris), también llamado patinador de agua o zancudo de agua. El zapatero es un insecto de largas patas que suele encontrarse en las aguas remansadas de los ríos y los lagos. Para flotar apoya las puntas de sus patas sobre en el agua y utiliza el segundo par de patas como remos para deslizarse como una lancha. ¿Por qué flotan estos insectos? Gracias a una propiedad de los líquidos que se llama “tensión superficial” que hace que la superficie del agua sea como una membrana que aguanta el peso del insecto.

LA TENSIÓN SUPERFICIAL

Todas las moléculas de los líquidos, como el agua, hacen fuerzas de atracción sobre las moléculas que tienen alrededor. De esa manera, el líquido se mantiene cohesionado (menos que un cuerpo sólido, pero más que un gas). Debido a estas fuerzas de cohesión, la superficie del líquido se comporta de forma especial, como una membrana o una cama elástica. Mientras que dentro del líquido todas las fuerzas sobre una molécula se compensan entre sí (porque hay moléculas por todos lados), en la superficie, sin embargo, las moléculas sufren una fuerza hacia los lados y hacia dentro debido a que no hay moléculas de líquido en la parte exterior (donde está el aire). Así, la superficie del líquido se tensa al igual que ocurre cuando estiramos de los lados de una sábana. Este fenómeno se llama “tensión superficial”.

Debido a la tensión superficial, cualquier objeto que coloquemos encima de la superficie de un líquido experimentará una fuerza hacia arriba. Si la tensión superficial es lo bastante grande en comparación al peso del objeto éste se flotará, aunque su densidad sea mayor que la del agua. Por eso podemos dejar flotando en el agua un alfiler o un clip de acero. El insecto zapatero experimenta cuatro fuerzas hacia arriba, realizadas por la superficie del agua sobre sus cuatro patas, que compensan el peso.

Hay líquidos más cohesivos que otros, es decir, hay líquidos como mayor tensión superficial que otros. El agua tiene una tensión superficial bastante grande, pero aún es mayor la del mercurio. Si añadimos jabón al agua disminuye su tensión superficial y será más difícil a un insecto pararse sobre ella.

UN ZANCUDO QUE FLOTA EN EL AGUA

Materiales

Recipiente. Alfiler. Clip. Alambre muy fino, o lazos metálicos plastificados de los de atar bolsas o plantas.

Experimento de la flotación de metales

Llena un recipiente de agua fría. Acuesta un alfiler sobre la superficie del agua, apoyándolo suavemente y siempre en horizontal. Suéltalo poco a poco y verás que se forma una película de agua en sus lados y se queda flotando en la superficie. También puedes intentar dejar flotando un clip. Puedes comprobar que, al más mínimo golpecito, el metal se hunde en el agua. Con el alambre fino o con los lazos metálicos, haz distintas figuras y déjalas flotando. Moldea el alambre para que se parezca a un zapatero.

Ahora echa un poco de jabón al agua y mézclala. Intenta dejar flotando de nuevo el alfiler. Ahora resulta imposible.

SABER MÁS

Las pompas de jabón y las gotas de agua son esféricas. Ello también es debido a la tensión superficial, que hace que los líquidos adopten la geometría que tiene menor superficie, y esa es la de la esfera.