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Día del juego

Día del juego

Día del juego

Víctor J. Navarro

Jugar es una actividad esencial que suele asociarse con la infancia, pero su importancia va mucho más allá de los primeros años de vida. Desde tiempos ancestrales, el juego ha sido un vehículo de aprendizaje, desarrollo emocional, socialización y creatividad para personas de todas las edades.

El juego no es simplemente un pasatiempo o una actividad para llenar el tiempo libre. Es un lenguaje universal, una forma de comunicación que trasciende edades, culturas y clases sociales. Desde los parques infantiles hasta los espacios digitales, jugar es una forma de conexión humana tan poderosa como necesaria.

El día de mañana significa un hito importante para la infancia y el desarrollo humano, ya que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha dado un paso histórico al proclamar oficialmente el Día Internacional del Juego. Esta resolución fue adoptada el 14 de marzo de 2024, y a partir de ahora, el mundo celebrará esta jornada de forma oficial cada 11 de junio.

En el ámbito educativo, el aprendizaje basado en el juego ha demostrado ser una de las metodologías más efectivas para involucrar activamente a los estudiantes. Esta estrategia hace que el conocimiento sea más significativo, motivador y duradero.

Al jugar, los estudiantes no solo absorben información: la viven, la experimentan y la aplican. Esto mejora notablemente la retención del aprendizaje y promueve habilidades como el trabajo en equipo, la empatía y el pensamiento crítico.

El juego tiene un profundo poder social. Promueve la tolerancia, fortalece la resiliencia y abre caminos hacia la inclusión. Al jugar, se reducen barreras culturales, lingüísticas y sociales. Todos y todas tienen un lugar, una voz y una oportunidad de expresarse.

Además, el juego contribuye a la prevención de conflictos y al fomento de una convivencia pacífica, tanto en comunidades como en entornos escolares. Enseña valores esenciales como el respeto, la cooperación, la negociación y la solidaridad.

Dada su importancia, el artículo 31 de la Convención sobre los Derechos del Niño de las Naciones Unidas reconoce el juego como un derecho fundamental de todos los niños y niñas. Este reconocimiento no solo legitima su valor, sino que también compromete a los Estados a protegerlo, promoverlo y garantizarlo.

Jugar no es un lujo, es una necesidad. No es solo un momento de esparcimiento, es un acto vital que moldea mentes, corazones y sociedades. Invertir en el juego —ya sea en el hogar, la escuela o la comunidad— es invertir en el bienestar, la paz y el futuro de las generaciones.

Porque cuando jugamos, nos entendemos mejor, creamos juntos y construimos un mundo más humano, trabajando así por un espacio mucho mas cívico, cercano y responsable.

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