Psicología infantil

El aprendizaje cooperativo en educación infantil

El aprendizaje cooperativo en educación infantil

El aprendizaje cooperativo en educación infantil

J. Alejandro López

Dentro de la libertad de cátedra de cada maestro y maestra encontramos la manera de dar clase, es decir de la metodología que emplea el profesorado para transmitir sus conocimientos a sus discentes. Una de estas estrategias metodológicas que los docentes pueden poner en práctica es la metodología basada en el aprendizaje cooperativo.

Para la Catedrática de Psicología Evolutiva María José Díaz-Aguado (2018) el aprendizaje cooperativo es «la utilización sistemática de situaciones cooperativas como procedimiento de enseñanza-aprendizaje, a través de pequeños grupos que trabajan juntos». Así, el aprendizaje cooperativo se lleva a cabo haciendo equipos de trabajo, en la mayoría de casos, heterogéneos para aprovechar la diversidad de las aulas, que poseen un objetivo compartido. Cada alumno necesita del resto de compañeros para llegar a la meta, esto es, alcanzar un nuevo conocimiento. Los alumnos aprenden a través de una comunicación horizontal, guiados por el maestro que hace de mediador entre el equipo de alumnos, el material a aprender y la metodología cooperativa.

El aprendizaje cooperativo no es una metodología nueva. Ya desde autores como Comenio (1592-1670), se empezaba a pensar que los estudiantes se beneficiarían de enseñar a otros estudiantes. Más tarde, el pedagogo y filósofo John Dewey (1859-1952) se tomó en serio el aprendizaje cooperativo realizando estudios sobre el beneficio de estas metodologías. En la actualidad, esta corriente ha ido evolucionando hasta llegar a posturas como las de Flecha y Racionero (2008), con sus postulados sobre el aprendizaje dialógico. Para estos autores, el aprendizaje dialógico se produce en interacciones que aumentan el aprendizaje instrumental, favorecen la creación de sentido personal y social y están guiadas por principios solidarios.

Esta evolución llega hasta nuestros días, donde maestros y maestras de Educación Infantil pueden hacerse eco de dicha metodología y ponerla en práctica en sus aulas. A continuación proponemos una técnica concreta de aprendizaje cooperativo:

La técnica del rompecabezas. Estudiantes divididos en grupos de cuatro a seis miembros, con carácter heterogéneo. Consiste en dividir el material de trabajo en tantas partes como número de miembros haya en cada grupo, de tal manera que cada uno de los componentes se especializa en un aspecto del total del contenido. Se divide a los niños en cinco grupos iniciales de cuatro alumnos y se les va colocando en mesas. Se asigna una de las partes del material a cada niño, por ejemplo, si queremos trabajar las relaciones interpersonales, las cuatro partes son: los amigos; la familia; los maestros; y los desconocidos. Cuando cada niño ha preparado la parte que le corresponde de manera individual, a través de un dibujo y una frase representativa de ese dibujo, se reúne en un «equipo de expertos», compuesto por los miembros que han trabajado la misma parte, con el fin de profundizar en él, uniendo los dibujos y las frases. Posteriormente, cada sujeto regresa a su grupo inicial y enseña el material. Se evalúa a través de una puesta en común de los trabajos realizados, con toda la clase.

Esta es una estrategia de tantas otras que se pueden poner en práctica en las aulas tanto de Infantil, como de Primaria, como Secundaria, con el objetivo de brindar posibilidades de aprendizaje significativo en el alumnado.

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