Hoy martes 21 de noviembre celebramos el Día Mundial de la Televisión, un evento impulsado por Naciones Unidas desde 1996 para promover la televisión responsable como uno de los principales canales de transmisión de mensajes públicos.

Aunque internet puede considerarse el medio de comunicación más importante para las personas hoy en día, lo cierto es que internet ha dotado a la televisión de nuevas herramientas y recursos que, lejos de sustituirla, la han potenciado, como la radio y la televisión en directo.

Sin duda la televisión es una buena alternativa para pasar el tiempo en familia, sobre todo en aquellos días de frío, calor, viento o lluvia, donde la estancia en la calle resulta mucho mas incómoda para poder llevar a cabo cualquier tipo de actividad física en la vía pública.

Si bien no hay que confundir nunca que sea una alternativa para momentos concretos con la tónica de utilizar de manera diaria este medio de entretenimiento para los más pequeños, donde en muchas ocasiones no se cuenta con un control parental para vigilar los contenidos que se consumen.

La comisión de los mercados y de la competencia es muy consciente de la importancia de controlar el contenido audiovisual que se emite, para ello establece una serie de horarios de difusión, ya que todos los productos audiovisuales deben tener restricción de edad.

Está prohibida la difusión de contenidos audiovisuales que perjudiquen gravemente el desarrollo físico, psíquico y moral de los menores, especialmente programas que contengan escenas sexuales o de violencia.

Para una televisión abierta, el horario de protección general es entre las 6 y las 22 horas, no pudiendo emitir contenidos que puedan perjudicar el desarrollo físico, psíquico o moral de los menores de 18 años.

Igualmente los medios de comunicación tienen la obligación de emitir advertencias sonoras y visuales indicando la edad recomendada.

El problema radica en el material que se visiona en plataformas digitales, donde el menor puede mentir en la edad y acceder a todo tipo de material audiovisual. Es por ello que el papel de los padres es vital para evitar el consumo de contenidos no aptos para la edad. Por ello los padres deben tener en cuenta lo siguiente: siéntate con tu hijo e interésate por lo que ve; pon claves parentales para evitar el acceso a determinadas plataformas; pon horarios de uso de la televisión; evita que tus hijos tengan televisión en su habitación y busca alternativas de juegos y actividades en casa.