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Tallin: viaje al Medievo por su casco antiguo

Tallin: viaje al Medievo por su casco antiguo | PIXABAY

Tallin: viaje al Medievo por su casco antiguo | PIXABAY

La Opinión

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Tallin es la capital de la República de Estonia. En el lugar en el que hoy se levanta la ciudad existió un asentamiento fortificado desde el siglo I antes de Cristo. En 1219 la ya ciudad desde el siglo XII fue capturada por los daneses, en 1561 fue vendida a los Caballeros Teutónicos, y tras la disolución de la orden pasó a Suecia. Pedro el Grande la capturó en 1710 y fue rusa hasta que Estonia se independizó entre 1918 y 1940, cuando fue anexada a la URSS, donde permaneció hasta la nueva independencia de Estonia en 1991.

Es, por tanto, una ciudad repleta de historia que conocido numerosas culturas a lo largo de la misma. Un lugar que el viajero no puede dejar de considerar.

Tal vez la parte más característica de Tallin sea su casco antiguo, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1997. En él se encuentran calles de piedra, cafés repletos de vida y edificios con cientos de años, por lo que es algo así como volver a la época medieval.

En el casco antiguo se encuentra la plaza del Ayuntamiento, con el Ayuntamiento de la ciudad, el único de estilo gótico en todo el norte de Europa, que fue constriudo entre 1402 y 1404 y se caracteriza por sus arcos góticos, sus piezas de arte y su capitel.

En el centro histórico también se puede encontrar la catedral de Alejandro Nevski, construida entre 1894 y 1900 cuando Estonia formaba parte del Imperio ruso. Con cinco cúpulas coronadas por cruces de hierro y un ornamentado muro exterior blanco y marrón, la catedral de estilo ortdoxo estuvo a punto de ser destruida a principios del siglo XX por considerarse una imposición rusa, pero la propuesta de demolición finalmente no salió adelante y la catedral aún puede ser contemplada hoy en día.

Sin duda, merece la pena perderse por el casco histórico de Tallin y viajar en el tiempo.