Auge de la 'educación en la sombra'

Las familias gastan 1.700 millones al año en clases particulares

Casi la mitad de los escolares españoles reciben refuerzo escolar, tanto si estudian en centros públicos como en concertados, y la demanda empieza en infantil y se dispara en ESO y bachillerato

Las familias gastan 1.700 millones al año en clases particulares

Las familias gastan 1.700 millones al año en clases particulares

Olga Pereda

Casi la mitad de los niños y niñas en edad escolar acuden, en algún momento del año académico, a clases particulares fuera de su centro. Lo hacen para ampliar, perfeccionar, reforzar o recuperar conocimientos. Los idiomas -inglés y otros- son la prioridad número uno del gasto de las familias en esta educación no reglada, un sector que está empezando a ser gigante. Tanto que los expertos lo califican de «educación en la sombra». Así lo explica el último informe de EsadeEcPol (Centro de Políticas Económicas de Esade), que completa el primero -publicado hace ahora un año- y que deja claro que esta educación no reglada -tanto de materias curriculares como idiomas y enseñanzas artísticas (básicamente, música)- está implantada en todas las etapas educativas: infantil, primaria, ESO y bachillerato. La demanda es especialmente alta en las dos últimas.

La última Encuesta de Gasto de Hogares en Educación (2019-20) indica que, en España, el gasto total en clases particulares -tanto de los chavales que van a la pública como a la concertada y la privada- ascendió a 1.700 millones de euros, una cifra bastante superior a la barajada inicialmente (850 millones). La cifra global de escolares que acude a esta educación adicional es del 47%, un porcentaje muy similar tanto en los centros públicos como en los concertados (46,5% los primeros y 50% los segundos).

Las clases particulares no son cosa de tres o cuatro familias, sino que están bastante extendidas en todos los segmentos de la población. ¿Significa esto que las familias españolas desconfían de la escuela? No. Para dar una respuesta, Ángel Martínez, economista e investigador de Esade y coautor del estudio, invita a diferenciar entre los hogares con mayor poder adquisitivo y los que tienen una menor capacidad económica. En los primeros, el objetivo de contratar clases particulares es ofrecer a sus hijos e hijas ventajas competitivas que puedan asegurar el acceso a instituciones de élite, desde preescolar hasta la universidad. Es una formación añadida para que sus hijos e hijas tengan éxito laboral (y económico) en el futuro. En el caso de las familias con menor capacidad adquisitiva el ‘boom’ de las particulares se explica por el empeño en que sus hijos e hijas no se queden atrás y no repitan curso. Su objetivo no es tanto triunfar y destacar sino «recuperar y remediar».

El investigador de Esade explica que las clases particulares -no confundir con las extraescolares que se imparten en el mismo centro educativo en el que está matriculado el alumno- están viviendo un auge. «En los últimos 15 años, han pasado de ser algo residual a estar muy presente entre las familias», explica el autor del estudio. ¿Corre el riesgo España de que la ‘educación en la sombra’ llegue a comerse a la educación reglada que se imparte en la escuelas? «Por ahora no, pero si continúa esta tendencia habrá que verlo», concluye.

España todavía está lejos de tener las cifras de China, país donde el sistema educativo tiene un fortísimo componente de competitividad y en el que casi el 90% de los estudiantes acude a algún tipo de clases particulares. La pujanza de esta industria -sobre todo, tutorías ‘online’- es de tal calibre que el Gobierno ya ha puesto coto y ha mostrando su intención de regular el sector, que empezó a ser un gigante ya antes de la pandemia, con el enorme tirón de las apps educativas.

Inicio en infantil

Llama la atención que, en España, la ‘educación en la sombra’ comienza en el segundo ciclo de infantil, una etapa educativa que ni siquiera es obligatoria. El 30% de los niños y las niñas de esta edad (con cinco puntos porcentuales más en la concertada que en la pública) acuden a clases particulares. En primaria, el porcentaje aumenta hasta el 45% en ambas redes mientras que en ESO y bachillerato se dispara un 63% y un 74% respectivamente en la red concertada, mientras que en la pública lo hace hasta el 51% y el 56%. «Son cifras -insisten los autores- que se acercan ya a las de los países asiáticos que hasta ahora veíamos muy lejanas».

La ‘educación en la sombra’ implica un gasto total medio y agregado de 270 euros por curso y estudiante, cifra que va aumentando a lo largo de la vida escolar. En el segundo ciclo de infantil es de 117 euros. En primaria sube a 223 euros. En ESO, a 358 euros. Y en bachillerato, a 420 euros.

Después de analizar los datos, EsadeEcPol reclama dos medidas a las autoridades educativas y administrativas. La primera, medir al detalle y con mayor frecuencia el impacto de las clases particulares para tener una radiografía mucho más exhaustiva. Y la segunda, reforzar las clases de apoyo y las tutorías que ofrecen las escuelas para ser una alternativa pública a un sector privado imparable.