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Vamping

VAMPING

VAMPING / Víctor J. Navarro

Víctor J. Navarro

Después de unas largas vacaciones navideñas llega la rutina diaria, donde niños y jóvenes se adaptan poco a poco a los horarios que mantendrán hasta el próximo parón de Semana Santa.

Sin duda alguna los primeros días habrá costado más levantarse después de días de acostarse un poco más tarde de lo normal, como en Nochebuena, Nochevieja o la noche de Reyes, días señalados en los que tanto niños como adultos apuran las hora de sueño y de reloj.

Es importante volver a la rutina para favorecer un mayor rendimiento en el aula y en las demás actividades extraescolares del menor, todo ello con un control parental de las horas de uso de pantallas y dispositivos tecnológicos.

Aunque nos encontramos en una vida puramente tecnológica, donde los dispositivos digitales se encuentran presentes no solo en el momento de ocio, sino también en las actividades escolares, es importante racionalizar el uso de pantallas para relajar la vista y evitar no solo problemas de visión, sino también cuestiones relacionadas con el sueño y la salud.

Muchos niños y jóvenes se llevan a la cama las pantallas y trasnochan, creándose así el fenómeno denominado como ‘vamping’, algo muy común en la sociedad actual no solo en jóvenes, que afecta a las horas de sueño y, por consiguiente, al rendimiento escolar y a las condiciones psicofísicas.

Este término proviene de una mezcla de las palabras inglesas: ‘vampire’ y ‘texting’, viniéndose a referir a un animal nocturno que envía mensajes.

Es vital que los padres supervisen el uso de las nuevas tecnologías sobre todo a la hora de descansar, evitando así una sobreexposición y excitación lumínica antes de ir a dormir.

Para ello lanzo una serie de consejos a tener en cuenta por padres y madres sobre el uso de dispositivos móviles:

1. La habitación del niño debe ser un lugar de descanso, por lo tanto hay que evitar que haya TV, tablets, smartphones...

2. Cargar los dispositivos móviles en otra habitación.

3. Establecer horarios de uso, siendo recomendable evitarlos hasta al menos una hora antes de acostarse.

4. Evitar la dependencia del uso de los dispositivos, no siendo lo primero y lo último que se haga en el día.

5. Desconectar el wifi por la noche es buena opción.

6. Es recomendable instalar aplicaciones de control parental que establezcan horarios de uso de los dispositivos.

7. Buscar alternativas saludables que dejen de lado las pantallas.

8. Promover la cultura de un descanso saludable.