Marsella: una histórica ciudad portuaria

Fundada hace más de 2.500 años, la ciudad de Marsella es la capital del departamento francés de Bouches-du-Rhône y la capital administrativa y comercial de la región de Provence-Alpes-Côte d’Azur, una de las que más rápido crecen del país. Es, además, uno de los mayores puertos de todo el Mediterráneo.

Así que, como no podía ser de otra manera, lo primero que el viajero debe visitar al llegar a Marsella es el antiguo puerto, que lleva siendo uno de los centros del comercio mundial más de 2.600 años, hasta el punto de que se ha convertido en un distrito más de la ciudad. En él se pueden observar los muelles rodeados por antiguos almacenes que datan del siglo XVIII. Muchos de ellos tienen un café o un restaurante en su interior y poseen terrazas en las que los turistas se sientan y disfrutan de las vistas del puerto. Si el viajero madruga, podrá ver cómo los pescadores llevan el pescado al Quai des Belges para ser vendido en el mercado.

Otro de los puntos de interés de la ciudad es la basílica Notre-Dame de la Garde, que se alza al sur del antiguo puerto. Se trata de una iglesia neobizantina del siglo XIX con una gran estatua dorada de la Virgen y el Niño Jesús coronando su torre y velando por los marineros. Sirve, además, como mirador, y el paisaje desde ella es espectacular.

También es espectacular el paisaje natural del Parque Nacional de Calanques, con sus acantilados de roca caliza que llegan a alcanzar alturas sorprendentes y por entre los que el agua llega hasta el mar.

En una ciudad con tanta historia, tampoco se puede dejar de visitar el Museo de la Historia, donde se pueden encontrar piezas que van desde la Antigua Grecia hasta el pasado siglo XX.