La ciudad de Belgrado es la capital de la República de Serbia y la urbe de mayor tamaño de los territorios que componían la antigua Yugoslavia. Se encuentra situada donde confluyen el río Sava con el Danubio, en el límite de la llanura panónica con la península balcánica. En ella viven aproximadamente 1,2 millones de personas.

Si el viajero se decide a viajar a Belgrado, pocos dudarán en afirmar que el primer lugar que ha de visitar es la fortaleza de Kalemegdan. Fundada en el 279 antes de Cristo, la también conocida como Fortaleza de Belgrado se encuentra, además, en uno de los mejores parques de la ciudad, justo en el centro de la misma, está abierta las 24 horas y la visita es gratuita.

En Kalemegdan se encuentra el monumento ‘Pobednik’ (’El Víctor’), construido en 1928 para conmemorar la victoria de Serbia sobre el Imperio Otomano y el Imperio Austro-Húngaro durante las Guerras de los Balcanes y la Primera Guerra Mundial. Mide 14 metros y es una de las obras más famosas de Ivan Meštrovi, así como una de las atracciones turísticas más visitadas de Belgrado y el símbolo más reconocible de la ciudad, por lo que el viajero no puede dejar pasar la oportunidad de visitarla.

En Kalemegdan también se puede encontrar la iglesia ortodoxa serbia Ruzica, construida a principios del siglo XV, modernizada en 1869 y completamente reconstruida en 1925, tras la Primera Guerra Mundial. Dedicada a la Natividad de la Virgen, el templo se encuentra cubierto de verde, lo que le da su aspecto tan característico.

Para los amantes del arte, visita ineludible es el Museo Nacional de Serbia, fundado en 1844 y situado en la Plaza de la República, que posee actualmente unas 400.000 piezas, incluidas obras de autores extranjeros como Tiziano, Andrea Solari, Tintoretto o El Bosco.