Fez: la riqueza de la medina Fez-El Bali

Fez es la más antigua de las cuatro ciudades imperiales de Marruecos —las otras son Marrakech, Mequinez y Rabat—, fundada en dos partes en los años 789 y 809 y unida por los almorávides en el siglo XI. En la actualidad es la tercera ciudad del país con 1.112. 072 habitantes, solo por detrás de Casablanca y la capital marroquí, Rabat. La ciudad alcanzó su máximo esplendor como centro comercial y de aprendizaje durante el siglo XIV, bajo el dominio de los benimerines. No obstante, incluso hoy en día se sigue considerando el centro cultural y religioso de Marruecos, por encima de la capital y de Casablanca.

El viajero que se decida a visitar esta ciudad quizá lo hará atraído por su exotismo, y no se equivocará. Por eso no puede dejar de visitar la medina Fez el-Bali, un laberinto de calles en la parte más antigua de la urbe que data del siglo VIII. En total, comprende más de 300 barrios y 9.000 callejones; además, la gran mayoría ni siquiera tienen salida. En Fez el-Bali se pueden encontrar, además, los grandes puntos de interés turístico de la ciudad.

En primer lugar, el zoco de los curtidores, donde se encuentra la la curtiduría Chouwara, la mayor curtiduría tradicional en la ciudad. En ella se encuentran cientos de fosas con tintes naturales que forman un paisaje repleto de color que sirve para producir y colorear el cuero del cordero, el buey, la cabra y el camello, por lo que cabe prevenir de que el olor será fuerte.

También se puede encontrar el Museo Nejjarine de Arte y Artesanía de la Madera, con tres plantas en la que observar objetos tradicionales de madera: herramientas, muebles, instrumentos musicales, e incluso las puertas de la Medersa Bou Inania.

También se debe visitar la Plaza Seffarine, situada en el corazón de Fez el-Bali, entre el zoco de los tintoreros y el de los curtidores, donde se encuentran los artesanos caldereros, que trabajan el cobre para producir teteras, bandejas, ollas y otros recipientes.

La medina también contiene las escuelas coránicas Bou Inania y Attarine, los grandes mercados de las calles Talaa Kebira y Talaa Seguira, el Mausoleo de Mulay Idrís y otros atractivos que el viajero debe descubrir.