¿SABÍAS QUE…?
Hace dos semanas hubo un tornado en la Región de Murcia que arrancó decenas de árboles en las zonas de Pliego y Mula. Un tornado es un viento muy fuerte que gira en círculos, como un torbellino, formando una especie de embudo desde el suelo hasta las nubes. Se producen en cualquier parte del mundo, aunque son más frecuentes en grandes llanuras donde habitualmente chocan masas de aire frío y aire cálido. Los tornados son un fenómeno espectacular de la naturaleza, aunque son muy destructivos. Pueden desplazarse grandes distancias arrasando todo a su paso. Arrancan árboles, destruyen casas, levantan coches… y arrojan los desechos a grandes distancias.
¿CÓMO SE FORMAN LOS TORNADOS?
El primer paso para que se forme un tornado es que se encuentren en la atmósfera una corriente de aire frío con otra de aire caliente. El aire frío, como es más pesado, desciende, mientras que el aire cálido sube. Este desplazamiento de las dos masas de aire crea un remolino, es decir, un movimiento del aire en círculos. Después, el remolino se alarga en sentido vertical, como si fuera un tubo giratorio que une las nubes y el suelo. El aire frío desciende por los laterales y el aire caliente se eleva girando por el interior del tornado.
La columna de aire es más ancha en la parte de arriba, donde el tornado cuelga de las nubes. Por eso los tornados se comportan como una aspiradora con forma de embudo. En el extremo que toca el suelo, como es más estrecho, la velocidad del viento es mucho mayor y el potente torbellino de aire actúa como una trituradora. Si fuera sólo por el aire en movimiento los tornados serían invisibles; los vemos por el agua, el polvo y los desechos que arrastran.
Una de las regiones del planeta con mayor concentración de tornados se llama Tornado Alley, en las Grandes Llanuras que recorren de norte a sur el centro de Estados Unidos, donde están por ejemplo los estados de Texas y Kansas. Allí se producen cientos de tornados cada año. Ello es debido a las corrientes de aire frío de Canadá que se encuentran con el aire tropical que llega del golfo de México. También se producen muchos tornados en las llanuras de la Pampa argentina y Uruguay, en Sudamérica.
El tamaño medio de los tornados, en la base del embudo que toca el suelo, es de unos 100 metros, aunque pueden ser mucho mayores. Y pueden recorrer decenas de kilómetros hasta que se debilitan. La velocidad del viento en el interior de los tornados varía entre 100 y 200 kilómetros por hora, aunque en los más destructivos la velocidad puede llegar hasta los 500 kilómetros por hora, como ocurrió en el tornado de Oklahoma del año 2013.
TORNADO EN UNA BOTELLA
Materiales
Dos botellas de plástico grandes. Tijeras. Pegamento. Cinta aislante.
Montaje con las botellas
Haz un agujero de 1 cm de diámetro en el centro de cada tapón, haciendo pequeños giros con la punta de unas tijeras. Echa pegamento en la superficie plana los tapones y júntalos bien centrados, haciendo coincidir los dos agujeros. Cuando haya secado el pegamento, rodea con varias vueltas de cinta aislante la unión de los dos tapones. Llena una botella de agua y róscale el doble tapón. Después coloca encima y boca abajo la otra botella, y róscala a su tapón.
El tornado
Da la vuelta a las botellas dejando arriba la botella llena. El agua empieza a caer a la botella de abajo y se forman burbujas por el aire que sube hacia arriba.
Agarra cada botella con una mano y mueve en círculos la botella superior hasta que se forme un tornado. Deja de mover la botella y verás que el aire de abajo asciende por el centro del tornado y el agua cae girando.
SABER MÁS
Los científicos investigan las tormentas para saber más sobre ellas. Por ejemplo, para medir el viento dentro de los tornados colocan pequeñas sondas que son arrastradas en el remolino. A veces, a estos científicos se les llama “caza-tornados”. También hay caza-tornados aficionados que se acercan mucho a los tornados para fotografiarlos, lo cual es muy peligroso.
Y LA PRÓXIMA SEMANA…
Muros y paredes.
