Copenhague es una de las ciudades europeas con más encanto. No solo por sus monumentos e iglesias, sino también por la espectacular arquitectura de sus edificios y la forma de vivir de sus habitantes.

Copenhague se puede visitar perfectamente en apenas tres días, conocer sus principales monumentos y disfrutar de las comidas más típicas de la capital de Dinamarca.

Para aprovechar más el tiempo es recomendable sacar la Copenhague Card, que incluye metro, autobús y barco (así como muchos museos, atracciones y monumentos incluidos, como el parque Tivoli) y que tiene un precio de unos 27 euros.

Estos son algunos de los lugares más interesantes para visitar:

- Nyhavn o ‘puerto nuevo’: Es el canal más famoso y uno de los lugares que ver en Copenhague más bonitos.

- La escultura de La Sirenita, basada en un cuento de Hans Christian Andersen, es el icono de la ciudad imprescindible de visitar.

- Calle Stroget: Es la calle peatonal más larga de Europa que va desde la plaza Radhuspladsen, que tiene el Ayuntamiento y la escultura de Hans Christian Andersen como elementos principales, hasta la plaza Kongens Nytorv.

- Castillo de Rosenborg es un antiguo palacio renacentista del siglo XVII con un impresionante jardín y está rodeado por un foso de agua.

- Palacio de Amalienborg y la Iglesia de Mármol, residencia oficial de la familia real durante el invierno, y la Iglesia de Mármol situada frente al palacio, son indispensables. La iglesia cuenta con una cúpula de color verde inspirada en la de la Basílica de San Pedro del Vaticano.

- Palacio de Christiansborg, un palacio y edificio gubernamental situado en el islote de Slotsholmen en Copenhague.

- El Parque Tivoli es uno de los parques de atracciones más antiguos del mundo ya que abrió sus puertas en 1843.