Cada vez que tengo oportunidad aprovecho estas líneas para abordar a fondo el tema de los retos virales que tienen lugar en las redes sociales y que han causado situaciones difíciles de controlar entre la población más joven, debido a lo peligroso que suponen estas diferentes pruebas. De entre los retos peligrosos más conocidos y que han tenido más repercusión durante estos años, sobre todo por la peligrosidad de sus pruebas, hay que destacar Momo, la Ballena Azul o el reto de los 30 segundos, que han creado una gran alarma social entre padres y educadores debido a la popularidad creada entre niños y jóvenes dentro de una falsa sensación de éxito.

Es por ello que los padres deben de estar en todo momento formados e informados de las novedades y retos que se enfrentan sus hijos, informándoles y asesorándoles de los peligros que supone el realizar este tipo de conductas.

Estos retos implican la realización de pruebas nocivas y peligrosas la vida con el firme objetivo de buscar la popularidad entre los más jóvenes, incitando para ello a realizar actos de lo más peligrosos e incluso a acabar con la vida en un término que denomino como ‘cibersuicidio’. Otra vez más se ha viralizado a través de la red social TikTok, la red de moda entre los más jóvenes, que también supone un importante riesgo completamente innecesario entre todos aquellos que lo practiquen, aunque existen otras redes sociales que también son utilizadas con este mismo fin.

En esta ocasión voy a comentar el reto que se ha extendido en Reino Unido y que consiste en grabar la reacción de los padres tras imitar que se han puesto un piercing en la boca o la lengua con un pendiente falso. Han sido medios de comunicación de Reino Unido los que han alertado sobre esta nueva moda, ya que dos niños han tenido que ser intervenidos quirúrgicamente de urgencia por los servicios sanitarios al ingerir un imán, lo que es sin duda un grave peligro para la salud.

Este pendiente falso utiliza piezas magnéticas, por lo que no es necesario realizar ningún tipo de perforación, algo que a priori puede quedarse en una broma pero que en ocasiones puede resultar peligroso. Aunque el reto en sí no persigue el ingerir el imán, el problema surge cuando sin querer los menores se tragan estas piezas imantadas que pueden causar fuertes dolores de estómago, vómitos o apendicitis.

Sin duda este tipo de retos no van a desaparecer del panorama de las social Network, si bien es vital informar de los riesgos que supone el practicarlos con el único objetivo de buscar popularidad.