La astenia primaveral en niños es un trastorno temporal relacionado con el cambio horario y el aumento de la temperatura, que coincide con la entrada de la primavera. Se produce porque el cuerpo del pequeño tiene que adaptarse al nuevo clima, lo que causa un debilitamiento.

Se caracteriza por ser un conjunto de síntomas relacionados con la fatiga que afectan a un gran número de personas durante la estación de la alegría, los colores y las flores.

Debes tener en cuenta que la astenia primaveral en niños desaparece por sí sola en una o dos semanas, dependiendo de cada persona. Lo cierto es que no existe un tratamiento específico para minimizar los síntomas, aunque se puede minimizar sus efectos acelerando el proceso de adaptación del organismo.

Puede ser que la astenia primaveral en niños no les afecte a todos de la misma manera. Normalmente, produce signos claros en el pequeño, aunque en algunos casos no provoca ningún síntoma.

Los siguientes síntomas evidencian la astenia primaveral en niños:

• Falta de energía y sensación de cansancio general.

• Cambios de humor, sin motivo aparente.

• Irritabilidad.

• Pérdida del apetito.

• Dificultad para dormir.

En el caso de que se prolonguen más tiempo y se añadan otros síntomas como estornudos, enrojecimiento de la nariz y los ojos, fiebre leve o diarrea, ya no se tratará de un proceso de astenia. Podrá ser el comienzo de una enfermedad que exigirá la visita médica para salir de dudas.

¿Cómo prevenir y tratar la astenia primaveral en niños?

1. Contacto con el sol. Deja que tu hijo disfrute de las horas de mayor exposición al sol para hacer actividades al aire libre. Esto le ayudará a adaptarse lo más pronto posible para el cambio. Recuerda que es necesario aplicar protector solar antes de salir, ya que permanecerá expuesto al sol durante mucho tiempo.

2. Practicar ejercicio físico y actividades extraescolares. Incluso si tu hijo se siente cansado, te recomendamos que dedique un mínimo de 30 minutos de ejercicio diario para favorecer la segregación de endorfinas en su cerebro y mejorar el estado anímico. Esto le ayudará a relajarse y, en consecuencia, dormirá mejor por la noche.

3. Dormir las horas necesarias y descansar adecuadamente. Otra clave importante para combatir la astenia primaveral en niños es dejar que el pequeño duerma el tiempo que su cuerpo normalmente necesita, con el fin que su organismo recupere el equilibrio. Los estudios revelan que los niños deben dormir entre 9 y 10 horas diarias hasta los 18 años.

4. Beber mucha agua y otros líquidos. Es importante que el niño tenga una buena y correcta hidratación, por lo que puedes recurrir a los zumos, con los que además tendrá una ingesta extra de vitaminas.

5. Cuidar la alimentación. Una buena manera de evitar que se sienta tan fatigado es preparar comidas con alimentos que le proporcionen energía, como frutos secos, legumbres, plátanos y otros alimentos que contengan fibra y hierro.