Durante este curso todos los profesionales que forman parte de la comunidad educativa están tirando de ingenio para poder desarrollar todo tipo de actividades que sustituyan aquellas que necesitaban de contacto social para ofrecer una educación de calidad.

Sin duda el esfuerzo está siendo enorme para poder adaptar las enseñanzas hacia un nuevo modelo que se ha visto empujado a cambiar el estilo educativo con motivo de la situación pandémica en la que nos encontramos.

Mantener la distancia social está siendo muy difícil para los niños, ya que desde bien pequeños estamos acostumbrados a mostrar nuestras alegrías y nuestras penas a través de abrazos u otras muestras de afecto.

Una de estas iniciativas que me ha resultado de lo mas curiosa es la desarrollada por el colegio Peñas Blancas de Cartagena, que ha sabido captar la atención de todos los alumnos de este centro.

En la zona oeste de Cartagena se encuentra este colegio que recientemente se ha transformado en un auténtico plató cinematográfico al estilo del antiguo western, donde todos los niños se enfundaron sus mascarillas, pero no sólo para protegerse del coronavirus, sino como elemento imprescindible de su vestimenta para llevar a cabo la interpretación ambientada en el lejano oeste.

El colegio se convirtió durante unas horas en la sede del Banco 'Peñas Blancas' del condado de Tallante, el cual albergaba en su interior una caja fuerte repleta de dinero, y donde unos astutos forajidos, interpretados por alumnos del colegio, trazaron un plan y se lanzaron al asalto del banco. Esta idea surgió como una forma original de concienciar a los alumnos sobre el uso de las mascarillas y poco a poco tomó forma hasta el punto de decidir filmar una película.

Todos los miembros de la comunidad educativa se pusieron manos a la obra: construyeron el guión, repartieron los papeles técnicos y artísticos, prepararon el decorado (carteles, caja fuerte, cartuchos de dinamita,€) y el atuendo (sombreros, pistolas, algunas prendas,€), e incluso grabaron la banda sonora con la profesora de música.

En este centro cartagenero actualmente hay 28 niños, siendo un grupo reducido que permite una atención personalizada en unas instalaciones con amplios espacios exteriores, y situado junto a un espacio natural protegido con muchas posibilidades para realizar excursiones y para hacer ejercicio en la naturaleza conociendo las especies silvestres y los usos y costumbres tradicionales de la zona.