¿SABÍAS QUE ... ?

Una trompeta es un instrumento musical de viento. Pero una trompetilla no es una trompeta pequeña. ¿Qué es entonces? Dice el diccionario de la Real Academia que una trompetilla es un «instrumento en forma de trompeta, que servía para que los sordos percibieran los sonidos, aplicándoselo al oído». Las trompetillas se basan en los cuernos huecos de animales (por ejemplo, de bisontes) y en las caracolas marinas que desde muy antiguo se utilizaban pegados a la oreja para oír mejor. Se hicieron muy comunes en los siglos XVIII y XIX para las personas con sordera leve. Se fabricaban en metal, con formas y diseños muy variados y llamativos, que podían conjuntarse con la vestimenta o llevarse como una joya o un adorno.

Podemos decir que las trompetillas fueron los primeros audífonos. Ya en el siglo XX, con los avances de la electricidad y después de la electrónica, los audífonos se pudieron fabricar con micrófonos y altavoces, y poco a poco se fueron haciendo más pequeños, hasta los modernos audífonos digitales en miniatura que existen hoy día.

Beethoven probó varias trompetillas para paliar su sordera.

CÓMO OÍMOS Y CÓMO AMPLIFICA LA TROMPETILLA

El sonido consiste en ondas de presión que se transmiten por el aire. Las fuentes sonoras, como un altavoz o nuestras cuerdas vocales, emiten sonido porque vibran. Al vibrar transmiten su movimiento a las moléculas de aire que tienen a su alrededor, y el sonido empieza a viajar. Cuando las ondas sonoras llegan a nuestro oído, hacen vibrar la membrana del tímpano y podemos oír.

Las orejas tienen una importante función: actúan como embudos que captan el sonido, lo amplifican y lo conducen a los conductos auditivos hacia el tímpano. Las orejas también sirven para percibir la dirección del sonido, ya que por la parte trasera reciben menos intensidad sonora que por la parte delantera que está abierta; por eso, girando la cabeza sabemos de dónde viene el sonido.

Los humanos podemos percibir desde sonidos muy débiles, como un susurro o la respiración, hasta los sonidos que dañarían nuestros oídos, como una fuerte explosión. Pero no todas las personas tenemos la misma sensibilidad al sonido. Si queremos oír más o mejor, podemos hacer el conocido gesto de pegar la mano ahuecada a la oreja€ o construirnos una trompetilla.

La trompetilla es un tubo con forma de cono que funciona como si fuera un embudo de sonido. Uno de los extremos es grande, para así recoger más ondas sonoras que las que llegan a la oreja. Las ondas se van reflejando en las paredes interiores del tubo y se concentran en el otro extremo que pegamos al oído.

EL EXPERIMENTO: MEJORAMOS NUESTRA AUDICIÓN

Trompetilla de cartulina:

Hacemos un cucurucho con la cartulina. El extremo grande debe ser lo más ancho posible. El extremo pequeño debe tener el tamaño adecuado para poder pegarlo al oído sin hacernos daño. Esta forma de embudo es la más simple, pero podemos probar con otros diseños y construir la trompetilla en tramos con varios trozos de cartulina. Por ejemplo, podemos hacer un primer tramo con forma de cucurucho estrecho y luego acoplarle uno más ancho; o hacer un tubo cilíndrico estrecho y luego añadirle la campana cónica. Prueba a fabricar trompetillas con formas curvadas y artísticas, y decóralas a tu gusto.

Cuando hayamos acabado la trompetilla, tenemos que probarla. Pegamos el oído al extremo delgado y apuntamos con el extremo ancho hacia la calle o hacia una radio o televisor con el volumen muy bajo. Notaremos que el sonido es más fuerte e incluso podremos escuchar sonidos que no detectamos sin la trompetilla.

Experimenta también con un simple embudo de cocina, o con dos embudos uno para cada oreja.