El keniata Peter Tabichi es el mejor profesor del mundo. Se trata de un docente franciscano que ha ganado el premio Global Teacher Prize 2019 y ha revolucionado la forma de enseñar en una remota aldea de su país.

«Voy a devolverle este premio a la sociedad, porque soy un religioso. Nuestras necesidades están atendidas: la comida, la ropa, todo. Así que me hará muy feliz entregar el beneficio a la sociedad». Tabichi invertirá el millón de dólares del premio en Pwani, la humilde aldea del valle del Rift donde imparte clases de ciencias.

Es el premio más importante que puede ganar un educador y Tabichi lo recoge con humildad y sin alardes de grandeza. «En primer lugar, yo no lo esperaba. Y no fue solo un gran momento para mí, sino también para Kenya, África y mis estudiantes que luchan cada día con tantos problemas. Ellos no tienen las comodidades, y aun así, con las herramientas justas hacen grandes cosas».

Peter Tabichi no solo motiva a sus estudiantes a seguir el camino de la ciencia, sino que además donará el 80% de su salario, para que los más pobres no pierdan sus clases. Muchos de sus estudiantes «deben caminar más de 7 km para llegar a la escuela y por lo menos un tercio son huérfanos o tienen solo un papá».

Con los recursos que obtendrá del premio, el profesor también podrá hacer reformas en las instalaciones de su escuela. Un espacio donde por cada 58 estudiantes hay un ordenador, un país estable que sin embargo tiene problemas de violencia recurrentes y una población con 17 millones de personas que viven en pobreza.

Este profesor keniata ha sido seleccionado por encima de 10.000 candidatos de todo el mundo. «Se lo debo todo a Dios», declaró en el diario keniano Daily Nation el maestro, quien trabaja la mayor parte de su tiempo en una escuela de educación secundaria de Pwani, en el condado de Nakuru (centro).

El Global Teacher Prize, que concede desde hace cinco años la Fundación Varkey, con sede en Dubái, ha reconocido la labor de este docente elogiando su dedicación, su arduo trabajo y su confianza apasionada en el talento de sus estudiantes. «Ser buen profesor es ser creativo, abrazar la tecnología y promover métodos de enseñanza modernos», afirma Tabichi.

Para él, que enseña a estudiantes en una región muy pobre donde el abandono escolar y los embarazos adolescentes son habituales, ser un gran maestro requiere creatividad, estar abiertos a los cambios tecnológicos y caminar hacia las fórmulas y metodologías más vanguardistas. «Tienes que hacer más y hablar menos», matiza este profesor de 36 años.

El trabajo de Tabichi va más allá del aula e incluye enseñar a los estudiantes los métodos alternativos de cultivo que aborden la inseguridad alimentaria en la región, donde la hambruna es habitual.

Más aún, el maestro impulsó la creación de un 'club de la paz', colectivo que anima a los estudiantes a debatir y plantar árboles juntos, con el objetivo de asegurar la convivencia entre los más de siete grupos étnicos presentes en la escuela.

Y por si esto no fuera suficiente, este profesor especializado en física y matemáticas, también ha creado el Club de Ciencia del centro, ayudando a los alumnos a diseñar proyectos de investigación.

Así, y con el apoyo del docente de Tabichi, los estudiantes presentaron a la Feria de Ciencia e Ingeniería de Kenia de 2018 un dispositivo que habían inventado para permitir a las personas ciegas medir objetos. «Esto permitió al colegio situarse a la cabeza de las escuelas públicas a nivel nacional», apuntó el profesor.