Alberto Soler, psicólogo, escritor y creador del videoblog 'Píldoras de Psicología' en YouTube, contestó en el evento de LA OPINIÓN 'PequeOpi. Educando más y mejor' a la siguiente pregunta: ¿De verdad que hay niños buenos o malos? Comenzó advirtiendo del peligro de poner etiquetas a los más pequeños y de las repercusiones que puede tener en el desarrollo de los niños. «Se suele decir que un niño es malo, intranquilo, impaciente, intolerante...porque es más fácil poner etiquetas, pues nos ahorra un esfuerzo mental», comentó.

Soler utilizó como ejemplo algunos experimentos que se han hecho en las últimas décadas, como el realizado por Roshental y conocido como 'Pigmalion en las aulas', basado en las expectativas sobre los niños. Consistió en hacer un test de inteligencia a 320 alumnos de un colegio, luego se seleccionó a 65 de ellos al azar y se elaboraron unos informes falsos sobre ellos, que se dieron a los profesores, en los que se destacaba que habían obtenido unos resultados espectaculares y brillantes.

Tras cuatro meses de clases, «esos 65 estudiantes que erróneamente etiquetaron como más inteligentes obtuvieron mejores resultados académicos y un coeficiente intelectual más alto. ¿Por qué? Por las expectativas que los profesores tenían de ellos, que hacían que los docentes les dieran más oportunidades y estimulación que al resto de compañeros».

Soler afirmó que las etiquetas «producen un trato diferencial», y puso como ejemplo que a un niño que habla mucho se le llama líder, mientras que a una niña que hace lo mismo se la tacha de mandona.

El psicólogo expuso otros experimentos, como el de la cárcel de Stanford, y dijo que las personas somos capaces de jugar los papeles que se nos asignan. Posteriormente afirmó que «no les podemos exigir a los niñas que sean tan buenos, identificándolo con la obediencia. Cuando hablamos de niños buenos y malos no estamos hablando de la bondad, que es un atributo moral. Hay niños fáciles y niños difíciles, pero no les podemos poner la etiqueta de bueno o malo. Sin embargo, a los niños que tienen voz propia, pensamiento crítico y denuncian las injusticias les ponemos la etiqueta de niños malos».

¿Cómo evitar las etiquetas en los niños?

Soler dijo que una forma de evitar las etiquetas es «centrarnos más en las soluciones que en los problemas. Atender las conductas que más queremos que se repitan y no centrarnos en lo que vemos mal. Tenemos que centrarnos más en la conducta y no tanto en la persona». Además, insistió en que hay que preguntarse por qué un niño tiene una conducta disruptiva.

«A veces en los niños una conducta mala es la forma de reclamar atención o algo que necesitan», indicó Soler, y añadió que «los niños no dejan de ser obedientes durante la adolescencia, sólo dejan de hacer caso a los padres para hacer caso a los amigos. Por ello, hemos de decidir si queremos hijos sumisos y obedientes o con pensamiento crítico e independientes».

¿Cómo desarrollar el pensamiento crítico en los niños? ¿Cómo desmontar los falsos mitos sobre el sueño infantil? ¿Cómo educar sin gritos? Son otras de las preguntas a las que respondieron relevantes expertos del ámbito docente, pediátrico y psicológico en el evento de PequeOpi 'Educando más y mejor', organizado por el diario LA OPINIÓN el sábado 30 de noviembre en el Auditorio Víctor Villegas de Murcia.