Educar a un nuevo ciudadano podría lograr los objetivos de desarrollo sostenible desde el aula. «El progreso real en las metas globales será difícil de alcanzar a menos que todos los niños comiencen a cambiar comportamientos en aprendizajes globales».

La necesidad de una nueva educación global vuelve a ser expuesto tras un nuevo informe que esta semana ha sido publicado, donde se informa del cumplimiento de los países europeos y España en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que se marcan como imperativos para los estados. Dicho informe, 'Europe Sustainable Development Report 2019', refleja las carencias de España ante estos objetivos, que requeriría para su consecución de un cambio de comportamiento en la ciudadanía, y un aprendizaje multidimensional para nuestras nuevas generaciones, en 17 ámbitos clave para el desarrollo.

El documento propone indicadores para medir el progreso de los ODS en todos los Estados de la Unión Europea. Y una de las principales aseveraciones a España es aumentar la inversión en educación, capacitación e innovación, con un enfoque especial en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas y en investigación de tecnología sostenible.

Los mayores desafíos para los países de la UE son los objetivos de clima, biodiversidad y economía circular, así como en la lucha contra las desigualdades (dentro y entre países).

La educación en estos objetivos es un fin ya que es el ODS número 4, pero también es un medio, ya que según dicho informe no vamos a poder conseguir el desarrollo ni estos retos, hasta no educar en ellos. No se trata solo de concienciar, sino de generar nuevos comportamientos.

Las escuelas y los maestros tienen una gran oportunidad para empoderar a miles de millones de jóvenes para que se conviertan en líderes y pioneros en un futuro mejor y más sostenible. Los niños que ahora están en la escuela de hoy crecerán para convertirse en adultos en una sociedad cada vez más interconectada y multicultural. Aprender sobre estas iniciativas ayuda a los estudiantes a desarrollar ideas sobre problemas en todo el mundo, como la cronicidad y envejecimiento, problemas graves de salud que afectan a la economía y pensiones, problemas climáticos y falta de educación o la igualdad de género.

Tal es así que según el informe 'Impact of education on health of future', 2018, Smart Healthy Citizen Foundation, un año de educación global que cuide de los buenos hábitos fomentando aprendizajes y valores en Objetivos de Desarrollo Sostenible, puede reducir las enfermedades crónicas en un 15%, potenciar las habilidades y competencias para el SXXI y lograr una mayor productividad y empleabilidad en el futuro, cuidando mejor de su bienestar, gracias a programas globales que cuiden de los ODS.

La educación en nuevos hábitos puede transformar los entornos de aprendizaje a nivel mundial y hacer que las escuelas sean los centros de educación y liderazgo en los ODS, en última instancia, capacitando a los estudiantes para priorizar el desarrollo sostenible en sus estilos de vida, comportamientos, educación y carreras profesionales. El hábito es la clave de la transformación, ya que cambiando el comportamiento, accedemos a garantizar asentamientos resilientes, y población capaz de gestionarse en estos 17 retos de este siglo.

Esta urgencia en el cambio de comportamientos provoca que la ONU ponga al alcance de todos una batería de recursos para los más pequeños, a los que podrán acceder para utilizar en las clases.

Se necesita transmitir no solo conceptos, también valores, por eso las asignaturas y materias como actividades físicas, artísticas, musicales o en las que se trabaje por equipos o de manera activa, fomentarán la transmisión de unos nuevos valores SXXI.

Los valores como la empatía, el respeto a la diversidad, la conciencia colectiva, la igualdad, la solidaridad, la tolerancia, el respeto de la naturaleza, responsabilidad común... Todos estos valores transmiten la esencia de la sostenibilidad, sea cual sea el objetivo de desarrollo que tratemos.

Además, las nuevas generaciones tendrán que lidiar con desafíos como la tecnología, inteligencia artificial y estos valores garantizarán si el nuevo ciudadano del futuro estará preparado para afrontar dilemas, competencias y grandes decisiones, en primer lugar, su futuro.

El efecto de crear un nuevo ciudadano juntos no es tarea de maestros de manera aislada, sino de todos.