Nuevas circunstancias crean un nuevo aprendizaje-experiencia que es más activo para los estudiantes, más consciente de sí mismo, creativo y autónomo (Veselinovska y otros, 2011, p2522). La mente tiene numerosos canales de conexión. Los sentidos pueden facilitar estos canales y llevarlos a mejorar manera el aprendizaje. Si estos sentidos se utilizan correctamente, son capaces de dirigir el aprendizaje de una manera y lograr metas educativas y valores humanos.

El aprendizaje es valioso cuando conduce al desarrollo de la cognición optativa y el autocontrol, así como el cumplimiento de la esencia de uno mismo. Según la evidencia, se considera el uso de modelos de enseñanza activos como la habilidad de los maestros. Es la habilidad del maestro para realizar estos modelos y cambiar las instrucciones al debido ajuste, para lograr un aprendizaje en espiral.

Lo que estamos descubriendo es que además un sistema en espiral, de nuevos modelos educativos, podría no solo atajar grandes dilemas económicos, sino mejorar la emoción, el bienestar y el sistema inmunológico. Así lo pudimos comprobar el 14 de noviembre en Madrid en la gala de los premios del periódico 'Magisterio', iniciativas que ponen en relieve la importancia en este tiempo de la enseñanza emocional y con acceso de todos, donde se premió la asignatura 'Emocrea' del Gobierno de Canarias que fomenta las emociones, y también en el Premio Princesa Asturias a Khan Academy. Esto no fue sino el reflejo de la educación como modo de abordar retos y problemas actuales de manera cada vez más inteligente, y la importancia de las competencias sociales y emocionales.

Necesitamos un nuevo ciudadano, pero nuestros sistemas no responden a su formación, teniendo carencias, en recursos, inversión, y ello repercute directamente en la salud, ya que encontramos nuevas brechas ante nuevos escenarios, digitales y sanitarios con aumento de envejecimiento y cronicidad; emocionale, y de cambios sociales, con un modelo educativo, que no hace frente debidamente en todas sus esferas, sino sigue actuando en silos con sus diferentes disciplinas, sin conectar.

Pero el beneficio social y psicológico que tendríamos si aplicáramos fórmulas educativas en programas inteligentes sería tal que podríamos reducir la pobreza, las enfermedades y aprender a relacionarnos en una nueva era.

¿Por qué el motor de la educación inteligente debe ser emocional? Porque puede prevenir hasta el 40% de los trastornos mentales, porque la salud está marcada también por la emoción, y porque el aprendizaje sin motivación, no produce hábitos. No se repetirá. Y para que haya un impacto grande en cadena, de buenos aprendizajes se necesita emocionar. Transformar y construir con emoción con los 5 sentidos e implicación en retos SXXI.

Los efectos adversos del estrés en el cerebro en desarrollo y en el comportamiento pueden afectar el rendimiento en la escuela y explicar los contratiempos en la educación. dades y discapacidades.

Los niños expuestos al estrés también pueden sentirse atraídos por comportamientos poco saludables, como fumar o comer poco saludablemente.

Es muy importante una educación que involucra a todos, y una buena educación puede hacer comunidades con nuevos ciudadanos:

— Autoconcientes: identificación y reconocimiento de emociones; puede hacer que nuestro entorno sea más seguro y se reduzca el índice de criminalidad así como mejor clima

— Autogestión: regular las emociones para manejar el estrés, controlar los impulsos y motivarse para perseverar en la superación de obstáculos aumentará la productividad y por tanto más empleo y mejores habilidades para desarrollarse.

— Conciencia social: ser capaz de tomar la perspectiva y empatizar con los demás repercute en la cooperación y emprendimiento.

— Habilidades de relación: establecer y mantener relaciones saludables esto ayudará a gestión en redes sociales y evitar acoso y estrés.

Prevenir desde la educación emocional y competente, producirá sociedades más sanas y que gestionan mejor sus conflictos pueden afectar positivamente no sólo a los niños,y familias, sino al tejido inteligente.

En definitiva, facilitar la aparición de nuevas visiones del mundo que aborden la sostenibilidad pasa por considerar que la educación es una receta para muchos de los grandes cambios que se deben hacer.