Alumnos del colegio Montecastelo de Vigo terminaron el curso pasado sabiendo planchar correctamente una camisa y cocinar platos sencillos. «La igualdad se aprende con hechos». Con este convencimiento el colegio Montecastelo se puso manos a la obra para «derribar estereotipos y roles que se asignan de forma inapropiada a la mujer y que provocan una injusta desigualdad».

Así nació una iniciativa pionera por la que los alumnos de 4º de la ESO están aprendiendo a planchar una camisa, a coser un botón, reparar un cuadro eléctrico, hacer tareas de bricolaje básico, poner una lavadora o una secadora y a cocinar. El programa se llama ‘Home Skills’ y es una actividad complementaria semanal (y obligatoria por tanto) que están impartiendo de forma voluntaria tanto profesores como padres.

«Nos parecía muy útil que nuestros alumnos aprendiesen a realizar estas tareas para que cuando algún día formen una familia se impliquen desde el principio y sepan que una casa es cosa de dos, que no es cuestión de la mujer limpiar, poner el lavavajillas y planchar. Esto permitirá que vayan tomando conciencia y sabrán manejarse en el hogar». Esto explica a la publicación digital ‘Atlántico’ el coordinador de estas actividades, Gabriel Bravo, que es también profesor de Biología de ESO y Bachillerato. En el equipo participa una responsable de igualdad, Beatriz Fernández, una madre de apoyo, Pili Fernández, y un padre de apoyo, Rafa Moledo.

Las actividades son impartidas por un grupo de madres, padres y profesores del colegio que se prestaron como voluntarios para enseñar a los alumnos desde los trucos del buen planchado de una camisa (en este caso el experto es un profesor) hasta el cosido de un botón o el punto de cocción de la pasta con carne picada. La acogida de la actividad fue «excelente».

La propuesta nació cuando planificaban el curso y estaban pensando cómo promover entre los alumnos hábitos que estuviesen en sintonía con la Ley de Igualdad entre hombres y mujeres. Se lo plantearon primero a los padres, que lo acogieron muy bien, y a continuación a los alumnos. «Lo de cocinar les parecía bien, pero cuando se habló de la costura o la plancha algunos sonreían incrédulos. Curiosamente cuando empezó la actividad se dieron cuenta de que es una actividad que puede hacer perfectamente un hombre y que no es tan difícil, es cuestión de saber cuatro cosas. Tenían cierta reticencia, pero se lo tomaron con una actitud positiva. Para alguno era la primera vez que tenía una plancha en la mano.

Fue divertido e instructivo a la vez. Estamos bastante sorprendidos y los padres muy contentos», explica Gabriel Bravo. Es precisamente un profesor del colegio el que les está enseñando a planchar una camisa, el cuello, los puños o como se coloca en la tabla. Los alumnos se reparten en grupos y van pasando por todas las tareas. Para cocinar cuentan con padres voluntarios y usan las instalaciones del llamado club de padres.

Reacciones en redes y medios

Pero todo no ha ido sobre ruedas, pues al principio también les llovieron críticas. Y es que tras darse a conocer en redes sociales, muchos se mostraron en contra, pues consideraron que la medida no mostraba realmente la equidad y que las alumnas también deberían participar en las clases.

Aun así, desde que la medida se implementó hace un año, padres y maestros han visto excelentes resultados, por lo que este ciclo escolar han repetido la peculiar materia en la oferta educativa del centro docente.

En sí, la materia se considera una clase extraprogramática con la que pretenden inculcar a los alumnos masculinos la igualdad de género para el momento en que formen una familia. Otros aplaudieron la medida señalando que también ayudaría a fortalecer la independencia de cada uno de ellos.

Tampoco ha faltado quién se burle de la medida. Algunos usuarios de Twitter por ejemplo han señalado que los alumnos están aprendiendo a ser mujeres; otros han mencionado que es una gran idea y que esto es lo que cualquier persona debe hacer.

Los más extraños fueron los comentarios de varios hombres diciendo que si lo que se buscaba era la equidad de género, las alumnas de la institución también debían tomar el curso, pues las mujeres no aprendían labores del hogar por genética.

Hasta el diario nacional francés ‘Le Figaro’ se fijó en la iniciativa del colegio Montecastelo que fomenta la igualdad de género «con hechos». El diario francés considera que este programa de habilidades en el hogar, ‘Home Skills’ es una excepción en el sistema educativo europeo.

No es la primera vez que la noticia salta a la palestra internacional, puesto que también se había publicado en distintos países de Latinoamérica como México, Argentina, Colombia o Chile. Le Figaro dió la noticia de este colegio vigués, en la que citaba una información publicada por Atlántico en octubre pasado y un reportaje emitido por la Televisión de Galicia en días posteriores.