Todos hemos visto imágenes desgarradoras de playas cubiertas con residuos plásticos y de animales con el estómago lleno de plástico. Es fácil sentirse desbordado por el problema y frustrado por el hecho de que en nuestra vida diaria estamos rodeados de plásticos de un solo uso sin otras alternativas.

Nuestros esfuerzos por reducir nuestra propia huella ecológica con respecto al plástico y reciclar son admirables e importantes pero a menudo nos ponen delante pajitas, bolsas, botellas o envases de plástico antes de que podamos decir que no, o necesitamos productos que solo encontramos envasados en plástico.

El colegio es quizá el mejor sitio para que los alumnos potencien el uso de materiales reutilizables para suprimir los residuos plásticos.

En la Región de Murcia, más de 1.500 alumnos de 36 centros educativos aprendieron el pasado curso escolar la necesidad de reducir el uso del plástico en sus centros, a través del programa educativo ‘ESenRED’, que tiene como objetivo potenciar el uso de materiales reutilizables para suprimir los residuos plásticos.

Con el propósito de crear centros educativos responsables con el uso de los plásticos y eliminarlos en los mismos, así como poder conocer los trabajos realizados al respecto e impulsar medidas que permitan crear centros educativos más respetuosos con el medio ambiente, hace unos días tuvo lugar en Archena la jornada ‘Escuelas Sostenibles en Red’.

Destinada al profesorado de Educación Primaria y Educación Secundaria, en ellas se han realizado talleres que permiten desarrollar el objetivo del programa mediante la formación necesaria del profesorado, así como un lugar de encuentro e intercambio de ideas y conocimientos que puedan crear sinergias que faciliten el trabajo del profesorado en el aula.

Proceso de diálogo en el centro

El director general de Innovación Educativa y Atención a la Diversidad, Carlos Albaladejo, que pudo compartir con la comunidad educativa la realidad de este programa, destacó que ‘ESenRED’ «consiste en crear en el centro un proceso de participación, reflexión, diálogo e intercambio de ideas entre los jóvenes para imaginar y transformar su entorno cercano».

El programa se divide en cinco fases: fase de diseño, en la que los alumnos estudian el problema medioambiental a trabajar, la eliminación de plásticos en los centros educativos; fase de documentación, en la que los estudiantes buscan causas y soluciones al problema propuesto; fase de elaboración de materiales, en la cual realizan una conclusión de su trabajo, reflejándolo en documentos; fase de exposición, en la que en cada centro se realiza una exposición de los proyectos; y la última fase es la Conferencia Regional, en la que los centros asisten, de forma voluntaria, con sus mejores trabajos y los comparten con compañeros de la comunidad que tienen las mismas inquietudes por el medio ambiente y la sostenibilidad.

Para potenciar la participación e implicación de los centros educativos en la conferencia final que se realizará en mayo de 2020 y donde los alumnos podrán presentar sus proyectos sobre sostenibilidad, la Dirección General de Innovación Educativa y Atención a la Diversidad propone entregar ‘sandwicheras’ y botellas de aluminio reutilizables a los alumnos de los mejores proyectos presentados en dicha conferencia, para concienciar sobre el normal uso de los mismos en los centros educativos y su repercusión en el medio ambiente.

Perspectiva general del problema

La contaminación por plásticos está afectando a todos los rincones de nuestro planeta. Desde las profundidades de los océanos hasta los bosques remotos, desde el Ártico hasta las riberas de los ríos y las playas donde anidan tortugas marinas, según recuerda Greenpeace.

Nuestra cultura del usar y tirar está destruyendo nuestro medio ambiente. Producimos demasiado plástico de un solo uso y solo una pequeña cantidad de lo que se produce se reutiliza o recicla de nuevo. Cuando llega a un vertedero o al medio ambiente el plástico no se degrada.

Una vez en el medio ambiente, el plástico absorbe otras sustancias químicas tóxicas, se descompone en partículas diminutas, y crea una extensa contaminación o entra en la cadena alimenticia mediante su ingesta por la fauna marina.

¡Se han encontrado restos de plástico en la sal marina, el agua potable, o incluso en la cerveza! Millones de toneladas de plástico llegan a nuestros océanos cada año y, a menos que frenemos este flujo de residuos plásticos desde su origen, nos encontraremos en un punto sin retorno a nivel planetario.

Durante años se ha permitido a las empresas la producción en masa de productos de un solo uso y se ha fomentado un consumo desenfrenado de los mismos, y los gobiernos no están haciendo todo lo que está en su mano para exigirles responsabilidades. Las empresas siguen eludiendo su responsabilidad en los productos que venden, y la desplazan a las personas consumidoras, a las comunidades que se ven afectadas por la contaminación por plásticos y a la fauna silvestre.