Un antecedente inmediato de la inauguración del Museo de la Catedral de Murcia fue la sesión plenaria celebrada en la Asamblea Regional de Murcia -3 mayo 2006-, en la que se aprobó la moción 324, presentada por Diana Asurmendi, diputada regional del Partido Popular, en defensa de la conservación de nuestro patrimonio histórico, cultural y artístico.

La diputada afirmó que el Gobierno regional estaba ejecutando un proyecto para ampliar y reformar el Museo de la Catedral de Murcia al haber quedado obsoletas e inadecuadas sus instalaciones y recursos expositivos.

El Museo de la Catedral de Murcia es propiedad del obispado de la diócesis de Cartagena y forma parte del edificio catedralicio, declarado Bien de Interés Cultural por decreto del ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes -3 junio 1931-. El consejero de Educación y el obispo de la diócesis de Cartagena firmaron un convenio de colaboración -30 diciembre 2004- por el cual la Administración destinará a la ejecución de la obra un total de 1.245.000 euros.

Es de agradecer al Cabildo de la Catedral su ofrecimiento de las tres viviendas colindantes, lo que ha permitido ampliar este espacio, que de trescientos mettos cuadrados ha pasado a tener mil metros cuadrados.

El proyecto inicial, ya ejecutado, no incluía la restauración de los fondos artísticos y documentales de incalculable valor para nuestra región que el Museo de la Catedral de Murcia alberga en su interior: Una sillería era utilizada para exhibir el tesoro de la Catedral y se ha considerado de gran interés su restauración. La cuantía de las obras era muy elevada por la naturaleza de las esculturas que están en la Catedral, que una vez restauradas, podrán exhibirse en el nuevo museo. Entre ellas, destaca el Ángel Adorador, la Virgen de las Carrericas, una Piedad, una imagen de San Cristóbal, la Virgen de los Peligros, todas ellas del siglo XIV, XV y XVI; la Virgen del Socorro, la Virgen de la Leche y San Jerónimo Penitente. Diversas pinturas y retablos de autores anónimos y una gran colección de platería, que en buena medida, constituye el ajuar litúrgico de la Catedral.

Terminada su intervención, el presidente de la Asamblea Regional concedió la palabra al diputado Marín Escribano, del Grupo Socialista, el cual calificó la moción de inconsistente, ya que todos los bienes artísticos son públicos, algunos en usufructo, y otros, en este caso la Iglesia, los tienen en propiedad. Solicitó que la moción inste al Gobierno regional para que restaure los bienes culturales que van a ser expuestos en el museo, y pidió una respuesta a las siguientes preguntas:

Cuando se realizó la restauración del museo ¿no existía un plan definido de esa restauración? ¿Cuáles son los bienes culturales de carácter artístico destinados al museo de la Catedral? ¿Cuándo van a terminarse las obras del museo arqueológico; fortalezas de Monteagudo, Larache y Castillejo; Contraparada, Museo de Arte Contemporáneo, y el patrimonio minero?

Cerró el turno de intervención el diputado Jaime Moltó, del Grupo Parlamentario de Izquierda Unida, el cual manifestó que tenía una realidad museográfica y museística distinta a la expuesta por la diputada Asurmendi, a quien recordó que en el Museo Arqueológico de Cartagena no está garantizada la accesibilidad de personas dependientes o discapacitadas, existiendo una parte del edificio al que no se puede acceder. Otros ejemplos serían: el Parador del Castillo de Lorca, la Torre de los Moros, la Sierra Minera...

La Ley de Patrimonio Histórico-Artístico establece que los propietarios de los bienes culturales y artísticos tienen la obligación de pagar los gastos de su conservación, ornato, mantenimiento... Izquierda Unida ha manifestado en diversas ocasiones ser partidaria de la autofinanciación de la Iglesia católica, al igual que el resto de confesiones religiosas.

El diputado Jaime Moltó manifestó que su partido no compartía la orientación dada en su propuesta por la diputada Asurmendi, ni que el Gobierno regional se convierta en la caja que financia todos los gastos propios de responsabilidad privada que establece la Ley, "y no estamos dispuestos, a que con nuestro voto se puedan atender obligaciones que son de carácter privado".

Efectuada la votación, la moción fue aprobada con veinticinco votos a favor, del Partido Popular; uno en contra, de Izquierda Unida, y once abstenciones, del Partido Socialista.

Las obras siguieron su curso, siendo bendecidas -25 octubre 2007- por el obispo Reig Plá. El Museo de la Catedral abrió sus puertas al público después de su remodelación y ampliación para mostrar sus más de mil años de historia y su conexión entre modernidad y tradición. Llaman la atención las arquerías góticas del claustro y la rica policromía de las pinturas murales recuperadas, tras una profunda restauración. Se disfruta de nuevas vistas de la Catedral, reservadas hasta ahora a unos pocos, pudiéndose admirar la Portada de la Anunciación, escondida durante siglos en la llamada Casa de Canónigos. Se han descubierto restos de la mezquita mayor sobre los que se asienta el templo, y pueden visitarse las capillas y la Sala Capitular del siglo XIV, joyas de la arquitectura gótica. Se exhiben más de cien obras de arte, cuidadosamente seleccionadas, pertenecientes a destacados artistas como Bernabé de Módena, Andrés de Llanos, Fernando de Llanos, Lucas Jordán, Lorenzo Vila, Francisco Salzillo y Federico de Madrazo.

Puede verse la Campana Mora o de los Conjuros, la más antigua de la ciudad, protectora contra las tormentas por su mágico sonido; el visitante se queda admirado al contemplar los restos de la mezquita mayor, consagrada en 1266 a Santa María por el franciscano Fray Pedro Gallego, primer obispo de Cartagena de la serie histórica. En el siglo XIV se iniciaron las obras del nuevo templo catedralicio en la zona del claustro y del coro, al que accede el visitante y se han sacado a la luz, además de los restos arqueológicos de la mezquita, pinturas murales y la secuencia incompleta de arcadas góticas de las cuatro crujías del claustro.

En la planta baja, dotada con audiovisuales, se complementa el discurso museográfico y se pueden visitar tres capillas que revelan su función como lugares de celebración de la liturgia. La de Nuestra Señora del Claustro, donde pueden contemplarse obras de arte de gran valor, como el retablo de la Virgen de la Leche y el de Santa Lucía, ambos de Bernabé de Módena; la Capilla del Sarcófago romano, reutilizado por Gil Rodríguez de Junterón; la Capilla de San Juan de la Claustra y su Portada del Ecce Homo atribuida a Jerónimo Quijano.

La Sala Capitular era la estancia representativa del poder eclesiástico, donde el Cabildo se reunía para debatir asuntos terrenales y espirituales. Construida en el siglo XIV y remodelada en el XVI, puede visitarse con su recién restaurada sillería; el facistol, que sirve de soporte a los libros corales, obras de indumentaria litúrgica; orfebrería, como el Arca del Monumento del Jueves Santo.

En este recorrido por la planta baja del nuevo museo, en la crujía meridional del claustro gótico, se puede admirar la Custodia del Corpus Christi, que hace referencia a una de las festividades más significativas del calendario litúrgico; en esta misma zona se pueden contemplar esculturas de piedra policromada de los siglos XIV al XVII, así como el frontal de un sarcófago romano decorado con musas perteneciente al siglo III.

El visitante abandona la planta baja del museo y accede a la superior, ubicada en el primer piso de la Casa de los Canónigos, para recorrer cronológicamente la historia de la Catedral y de la diócesis de Cartagena desde el siglo XVI, por medio de esculturas y pinturas de artistas como Fernando de Llanos, Francisco Salzillo, Lucas Jordano y Federico de Madrazo, entre otros, y piezas de orfebrería de Ramón Bergón y Antonio de Santa Cruz. Mecenas y patronos catedralicios, obispos, cardenales y santos protagonizan esta sección.

El recorrido finalizó sobre césped artificial, que permite al visitante disfrutar de la sensación de encontrarse en el patio del claustro al aire libre. Un espacio recuperado para percibir las dimensiones reales del antiguo claustro gótico, utilizar los medios interactivos y audiovisuales y reflexionar sobre todos los tesoros ocultos de la Catedral que quedan por descubrir y su inagotable historia.

Documentalista: Soledad Belmonte.