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Opinión | Pulso político

María José Ruiz

Volver al pasado no arregla la educación

No es volver a la EGB, por más que lo quieran anunciar y vender así, además de engañar a los padres

Víctor Marín, consejero de Educación, en la Asamblea Regional.

Víctor Marín, consejero de Educación, en la Asamblea Regional. / Loyola Pérez de Villegas

Y volver, volver, volver… Así cantaba Vicente Fernández, y es lo que me viene a la cabeza al ver la supuesta medida estrella y mal vendida de la Consejería de Educación: «Volver al modelo EGB».

¿Volver a qué? ¿A una etapa de 1º a 8º, que es lo que era? ¿A la educación obligatoria hasta los 14 años, frente a los 16 años (4º de la ESO) del sistema actual?

¡Hay que tener poca vergüenza! Lo único que el Gobierno de López Miras va a hacer es partir una etapa diseñada globalmente, que hizo, en su día, que desde 1º a 4º de la ESO la educación se convirtiera en obligatoria hasta los 16 años.

No es volver a la EGB, por más que lo quieran anunciar y vender así, además de engañar a los padres, porque no se podría volver al estándar de educación de la EGB en el marco de la división actual por etapas.

Dejen de mirar al pasado para solucionar los problemas del presente, y permítanme dudar que simplemente cambiando a los alumnos de sitio logren los resultados que dicen

Y pueden vender la milonga de que esta medida podría facilitar la conexión entre la educación primaria y el inicio de la ESO, cuando realmente no es así… porque el cambio más abrupto se produce en 3º de la ESO, además de provocar una desconexión interna en el transcurso de la propia ESO.

Esta medida, bien planificada y evaluada, podría ser positiva: ayudaría a los estudiantes que, estando en una etapa de madurez temprana, no se diluyeran en los institutos; facilitaría la atención más personalizada, mejorando el rendimiento de los alumnos; e incluso podría reducir el abandono escolar.

Sin embargo, sin una buena gestión de esta medida, en algunas circunstancias se podría producir el efecto contrario, provocando más abandono en el cambio a 3º de la ESO, por ser el cambio a nivel curricular más complicado… o no se reduciría el acoso escolar, porque no debemos olvidar que los cursos donde mayor acoso escolar se produce son 5º y 6º de primaria.

Esta medida, anunciada y vendida de esta forma, lo único que pone encima de la mesa es la falta de un plan pensado y estructurado.

Además, no debe aplicarse de forma improvisada, sino que se debe evaluar de manera continua para comprobar lo que realmente dicen: mejorar el rendimiento y la convivencia. No debe verse como una solución al desastre general de la enseñanza actual: falta de plazas, infraestructuras e inversión del gobierno de López Miras en la enseñanza secundaria de la Región.

Muestra improvisación y falta de consideración de la Consejería hacia todos los sectores educativos. ¿Y los profesores? ¿Formarán parte del claustro de primaria? ¿Serán docentes itinerantes? ¡Como siempre, funcionando a golpe de ocurrencias! Obedeciendo más a razones totalmente ajenas a la búsqueda de lo mejor para el alumnado y negando la atención a los problemas tan importantes que tiene la educación murciana.

Dejen de mirar al pasado para solucionar los problemas del presente, y permítanme dudar que simplemente cambiando a los alumnos de sitio logren los resultados que dicen. Más bien, podrían crear problemas que no existían, poniendo patas arriba el sistema para resolver un problema focalizado en zonas de especial necesidad.

En educación, menos improvisación y más planificación y evaluación. Solo así esta medida podrá tener un impacto real y positivo en el sistema educativo.

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