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Opinión | Tribuna libre

Eduardo Piné

Murcia: pulmón energético de Europa

La Región de Murcia afronta un reto estratégico y una oportunidad histórica de transformación. Nos encontramos ante un cambio de paradigma que permitirá impulsar la producción de gases renovables, como el hidrógeno verde y el biometano, para avanzar hacia un modelo energético y económico más sostenible, competitivo e independiente. Se trata de una auténtica apuesta de futuro que puede situar a nuestra región en la vanguardia de la transición energética europea.

El desarrollo de estas tecnologías actuará como motor de innovación, inversión y modernización empresarial. Facilitará la descarbonización de sectores clave como la industria química o el transporte pesado, y optimizará la gestión de residuos del sector primario y la industria agroganadera, que requieren estas soluciones para garantizar su continuidad y sostenibilidad. El biometano, por ejemplo, permite aprovechar estos recursos y subproductos para generar valor añadido mediante la economía circular, creando un tejido productivo más resiliente y alineado con las exigencias medioambientales y sociales de hoy.

Impulsar la generación de gases renovables permitirá que la Región de Murcia se convierta en un referente nacional y europeo en la gestión eficiente de sus recursos. Será, además, un ejemplo de éxito en la creación de un sistema energético, social y empresarial más sólido, eficiente y respetuoso con el medio ambiente.

Retos energéticos y ambientales

La dependencia de terceros países y la volatilidad de los precios de los combustibles fósiles han evidenciado la vulnerabilidad de nuestra economía. La Unión Europea, consciente de esta fragilidad, impulsa la producción nacional de energías limpias para reducir importaciones y reforzar la autonomía estratégica. Un ejemplo claro es el Plan RePowerEU, que fija alcanzar 35.000 millones de m³ de biometano en 2030, equivalente al 10% del consumo actual de gas. Una hoja de ruta ambiciosa, pero imprescindible para garantizar un futuro energético más sostenible y estable.

Nuestro entorno rural enfrenta retos ecológicos, como la quema de restos agrícolas y el uso directo de estiércoles, que afectan al Mar Menor y a acuíferos. Transformar estos residuos en energía renovable y abono orgánico representa una alternativa real y sostenible que, además de cumplir con la normativa, fortalece la economía local y mejora la calidad de vida en el entorno.

Economía circular en el desarrollo local

La economía circular demuestra que los residuos pueden y deben convertirse en recursos de valor. El biometano es su ejemplo más tangible. En toda Europa existen miles de casos de éxito que demuestran su eficacia. Dinamarca es un ejemplo paradigmático: más del 40% de su consumo de gas se cubre ya con biometano inyectado en red desde plantas locales.

La clave del éxito reside en adaptar los modelos de gestión a las características de cada municipio. Las plantas cerradas y controladas, ubicadas cerca de las zonas de generación del residuo, evitan transportes innecesarios y garantizan un tratamiento seguro, sin emisión de olores e integración en el entorno. Estas instalaciones también generan empleo local cualificado, fomentan la innovación tecnológica y refuerzan el arraigo de la población al territorio. Así, tratar los residuos orgánicos de forma segura y local permite transformar un problema en una oportunidad de energía limpia y desarrollo.

Integración social: confianza e información

A pesar de las ventajas demostradas y de que en Europa operan ya más de 1.600 plantas de biometano, según la Asociación Europea del Biogás (EBA), en España todavía queda conseguir la aceptación social. Es comprensible que surjan dudas, pero la experiencia europea demuestra que la transparencia y la participación ciudadana son la base para generar confianza. Cuando la información es clara, la ciudadanía reconoce el valor de estas infraestructuras y se implica en su éxito.

La Hoja de Ruta del Biogás del Gobierno de España (2022) y las estrategias autonómicas coinciden en que esta energía renovable mejora notablemente las soluciones actuales de gestión de residuos, reduciendo emisiones y olores. Sin embargo, la información que llega a la sociedad sigue siendo fragmentada o confusa, y a veces distorsionada por intereses ajenos al bien común. Por ello, el sector debe actuar unido, promoviendo un diálogo abierto y una implantación responsable, participativa y ajustada a los modelos que mejor funcionan en Europa.

Un futuro que empieza hoy

La Región de Murcia tiene ante sí una oportunidad que no puede dejar escapar. Es el momento de preparar nuestras infraestructuras, de impulsar proyectos e integrar el biometano como parte esencial de nuestro modelo energético. Apostar por estas soluciones no es solo una cuestión de sostenibilidad: es también una estrategia de futuro, de competitividad y de orgullo regional.

Si la Región ha sido históricamente la huerta de Europa, ahora tiene la posibilidad de convertirse también en uno de sus pulmones energéticos, ejemplo de gestión responsable, innovación y compromiso con las generaciones futuras.

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