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Opinión | Las fuerzas del mal

@enriqueolcina.bsky.social

La bolita

Nos creemos autosuficientes, pero llevamos 25 años pagando la orquesta sin elegir ni una canción

Imagen de archivo de José Ángel Antelo, líder de Vox en Murcia, durante un mitin del partido en la Plaza de Toros de la Región.

Imagen de archivo de José Ángel Antelo, líder de Vox en Murcia, durante un mitin del partido en la Plaza de Toros de la Región. / Francisco Peñaranda

En el pasado Cemop, 37.000 votantes se han pasado a Vox, desde el PP pero también desde la extrema izquierda. Siempre ha habido gente desubicada, y solo falta que Vox gobierne para que se ubiquen rápidamente... pero quizás ya sea tarde.

Mientras la inmigración escala posiciones entre las principales preocupaciones de los murcianos, esa misma inmigración es la que saca adelante los trabajos y los días: la lechuga al supermercado, la abuela de su casa, la limpieza del día a día.

Últimamente desconfiamos de los inmigrantes demasiado en general y demasiado poco en particular, pero solo cuando nos conviene. Todos son unos delincuentes, menos Mohammed, que lo conozco de toda la vida. Qué casualidad.

Los queremos ahí, pero luego no en las calles. Queremos el poder de Álex & Cristina y que hagamos chas y desaparezcan de nuestro lado.

La inmigración ha sido el último problema en preocupar muchísimo a los murcianos, y oye, qué curioso, que la mayoría de los problemas vienen, casi siempre, de fuera.

Antes fue la okupación: un mísero 0,011% a nivel nacional, pero si no contratabas una alarma, parecía que ya te habían okupado la casa. O el agua: siempre culpa de un pérfido poder de izquierdas que habitaba en La Moncloa.

A pesar de que haya bajado la delincuencia aunque haya subido la inmigración.

A pesar de que nunca, con un satán rojo de presidente del Gobierno, ni todo ni parte del campo murciano se haya quedado once -sí, once- meses sin agua, como sí ha sucedido con un estupendísimo gobierno gestor de derechas. A pesar, también, de que se sepa poco que esa escasez se suplió con agua desalada, la misma que iba a matar con boro mi limón del limonero.

Curiosas las cosas que no te cuentan las comunidades de regantes en las pancartas de sus manifestaciones.

Miren la bolita, la que sea que toque ahora, porque si la pierden de vista se van a dar cuenta de que nuestro problema nunca ha sido el agua -a pesar de que nos ha costado más de 600 millones de euros la desaladora de Escombreras-, ni la falta de aeropuerto -140 millones en condenas judiciales. Tampoco la falta de financiación: López Miras se ha permitido el lujo de rechazar una quita de 3.300 millones, que iba más allá de lo que él mismo pidió. Tampoco es la vivienda, que la Región de Murcia vuelve a rechazar: un plan estatal, financiado para toda España con 7.000 millones de euros, para hacer vivienda asequible a 160.000 euros la unidad.

Revisemos el concepto de asequible, porque quizás el problema sea que nos creemos, cada uno de nosotros, en esta Región, que somos autosuficientes y no necesitamos a nadie. Nos creemos los reyes del mambo. Pero el mambo lo tocan otros. Lo llevan tocando veinticinco años.

Eso sí, nosotros pagamos la orquesta. Y la cuenta ya va por más de 4.000 millones.

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