La terminal del Aeropuerto de San Javier, una gran pecera

Uno de los retos más importantes que debería tener el Gobierno regional sería aprovechar la ingente cantidad de inmuebles que tiene abandonados a su suerte, unos a medio hacer -museos, auditorios, etc.-, otros, los más, que siguen su deterioro natural, al mismo tiempo que gastamos millones de euros en alquileres.

Hospital del Mar Menor. Algunos llevamos años, lustros, pidiendo convertirlo en un hotel de iniciativa público-privada antes de que termine cedido o malvendido a los amigotes de turno.

Complejo de Espinardo. Siempre defendí que estaba llamado, gracias a su gran infraestructura, con hospital incluido, a convertirse en la Ciudad de la Salud, donde se ubicara la propia Consejería y los servicios centrales del Servicio Murciano de Salud. No solo se ahorrarían millones de euros en alquileres, sino que podría autofinanciarse con la venta de la Consejería en Ronda de Levante, en cambio, convertir ese gran complejo en una especie de Centro de Inteligencia, es una salida en falso y una infrautilización de sus recursos.

ITV de Alcantarilla. Una pena que siga ahí, sobria, seca, cerrada. Desde el minuto uno, pedí que esta infraestructura autonómica, situada en el término municipal de Alcantarilla, se convirtiera en el mayor centro de difusión cultural de la Región, en una especie de Centro de Artes Escénicas Regional, donde miles de jóvenes pudieran experimentar con la música, la literatura, el teatro, y poder ser sede permanente de exposiciones para los jóvenes talentos.

Museo Paleontológico de Torre Pacheco. Una pena que sigan pasando, no los años, sino los lustros, y sigamos sin convertir este monstruo de cemento y hormigón en el pulmón del turismo arqueológico del Mar Menor. Pocas veces se presenta una oportunidad así, en cambio, seguimos ciegos, empeñados en ser mediocres y dejar morir esta gran oportunidad, quizás sea el mejor ejemplo de nuestra propia incapacidad.

Aeropuerto de San Javier. Apostar por reconvertir, tras gastarnos casi setenta millones de euros en una nueva pista en San Javier, hacer una nueva y flamante terminal, con su torre de control incluida, y que pase el aeropuerto de ser premiado por medio mundo a convertirse en una gran pecera, puede convertirse en un ‘Mal Menor’.

Sería bueno que hubiera en esta provincia alguien, aunque fuera una comisión, que se dedicara a tener un ‘Mapa de Recursos Públicos inutilizados’, con el objetivo de ser reutilizados y reciclados, son decenas de infraestructuras que tenemos oxidadas, olvidadas y arrinconadas, lo mismo nos sorprenderíamos de que tenemos pequeñas joyas que pudieran convertirse en motores económicos, sociales y culturales para reactivar la economía, no solo local, sino comarcal, e incluso yo diría que regional. Solo hace falta pensar. Vamos, que no es tan difícil.

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