Opinión | En el rincón

Expresidente de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Murcia y del Consejo Regional de Cámaras

La productividad en España

Mapa de la productividad VAB/Ocupados por comunidades autónomas en el año 2023.

Mapa de la productividad VAB/Ocupados por comunidades autónomas en el año 2023. / INE / Jesús de Covadonga

El informe La productividad como el gran reto pendiente de la economía española, realizado por el Instituto de Estudios Económicos, recoge que la incidencia de la productividad sobre el crecimiento de una economía y sobre el PIB per cápita pone de manifiesto que los países que presentan los niveles de productividad más elevados, tanto por hora como por ocupado, se corresponden con los países donde los niveles de PIB per cápita son mayores. 

Uno de los principales problemas de la economía española es su baja productividad; según los últimos datos publicados por la Unión Europea, la productividad en España, medida por el Producto Interior Bruto por hora trabajada, ha retrocedido y se sitúa en el 97% de la media de la Unión, cuando era del 101,90% hasta antes de la pandemia. 

El estudio recoge, además, que esta menor productividad en la última década (2013-2023) ha representado una pérdida de la convergencia real con Europa, ya que nuestro PIB per cápita ha aumentado prácticamente lo mismo que el de la UE: el 16,10% en España y el 15,70% de media en la Unión Europea. 

La principal explicación de que España no haya apenas reducido su brecha respecto a la UE entre 2013 y 2023 se debe, ante todo, a que nuestra menor productividad -PIB por hora- solo ha crecido un 4,20%, casi la mitad del 8,10% de crecimiento de la productividad en la UE en este periodo. Además, la reducción de la jornada media del 3,40% en España y, por lo tanto, por encima de la reducción del 2,00% de media en la Unión Europea, supone que, en términos de productividad por ocupado, el retroceso relativo de España haya sido superior. 

El Banco de España propone una estrategia integral de reformas estructurales para recuperar la fortaleza perdida impulsando la productividad, e indica que se trata de un reto que exige el despliegue de medidas que favorezcan el crecimiento empresarial, revisando el marco regulatorio y judicial y fomentando las opciones de financiación de nuestras pymes. 

Y es que nuestro tejido empresarial viene muy determinado por el abultado peso de las pymes, por lo que hay que dar un paso adelante para convertir a nuestras empresas en más competitivas y que rivalicen con sus homólogas europeas en mejores condiciones.

Es imperativa la necesidad de incrementar el capital humano, replanteando el sistema educativo en todos los niveles y promoviendo la formación continua de los trabajadores, así como intensificar el capital tecnológico, lo que requiere una adecuada aplicación de los incentivos fiscales para impulsar la investigación, el desarrollo y la innovación conjuntamente con las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, para potenciar el papel de las empresas de capital riesgo en la financiación.

El mapa en este artículo recoge la productividad tanto a nivel nacional como por comunidades autónomas conforme a los datos publicados por el INE el pasado mes de diciembre en la Contabilidad Regional de España del año 2023. El País Vasco sigue encabezando el ránking de productividad por ocupado con el 117,67 %, seguido por Navarra (111,35 %), Baleares (109,14 %), Madrid (109,08 %), Cataluña (105,77 %), Aragón (104,49 %), La Rioja (103,30 %) y Cantabria (100,67 %).

Por debajo de la media nacional se encuentran las comunidades autónomas de Asturias (99,86%), Castilla la Mancha (99,24%), Castilla y León (98,40%), Galicia (97,49%, Comunidad Valenciana con el 92,37%, Andalucía con el 87,99%, Extremadura con el 87,27%, la Región de Murcia con el 86,35% y Canarias con el 85,10%, la productividad en la Ciudades autónomas de Ceuta es del 86,45% y en Melilla del 78,11%.

El Banco de España recoge la importancia de la productividad en su estudio Un análisis sectorial de los retos futuros de la economía española. En sus consideraciones finales señala que alcanzar un crecimiento sostenido y sostenible de la productividad es la clave para asegurar un aumento del bienestar económico a largo plazo, añadiendo que la productividad puede crecer de muchas maneras, pero la única que no está sujeta a la ley de rendimientos decrecientes es la acumulación de ideas.

La falta de diálogo y consenso está impidiendo llevar a cabo las reformas estructurales que la economía española necesita para mejorar su productividad y competitividad, así como para aprovechar plenamente los fondos Next Generation. Según la CEOE en su séptimo informe, solo se ha abonado a los beneficiarios el 25,00 % del total de los recursos, lo que evidencia la necesidad de recuperar el diálogo y el acuerdo para revertir esta situación y aplicar las reformas estructurales señaladas por el Banco de España, además de asegurar el cumplimiento de los requisitos para la recepción total de los fondos europeos y su aplicación a la transformación socioeconómica de España.

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