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Vicesecretario de Organización, Comunicación y Electoral del PPRM

La Banda del Peugeot trinca y Sánchez nos toma el pelo

Resulta inaudito que, quien lo controla absolutamente todo en su partido y en su Gobierno, se atreva a decir que no se ha enterado de nada de lo que hacía su más estrecho colaborador y hombre de máxima confianza

Imagen de archivo del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (d), junto al secretario de Organización, Santos Cerdán.

Imagen de archivo del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (d), junto al secretario de Organización, Santos Cerdán. / EFE/Mariscal

El 12 de julio fue el verdadero jueves negro de la corrupción del PSOE. A todos los escándalos acumulados se sumaba la publicación de un informe de la UCO auténticamente demoledor, que desvela una trama criminal trazada por la conocida como ‘banda del Peugeot’ para, supuestamente, llevarse dinero procedente de mordidas y adjudicaciones de obras. Pedro Sánchez, tras más de 40 días bunkerizado en la Moncloa, comparecía en la sede de ese mismo PSOE que dirige tras unas primarias, parece ser, amañadas. De ese PSOE del que acababa de dimitir la mismísima mano derecha del presidente, Santos Cerdán, por el cobro de comisiones ilegales a cambio de obras públicas.

Una comparecencia que solo hubiese tenido sentido si hubiera sido para anunciar la disolución de las Cortes y la convocatoria inminente de elecciones generales. Pero la asunción de responsabilidades políticas, que tanto exige a los demás, es inconcebible en quien solo vive por y para mantenerse en el poder. Con cara de afligido y tono fúnebre, se limitó a presentarse de nuevo como víctima, jurar y perjurar que no sabía nada y… anunciar una auditoría externa que es una tomadura de pelo a los españoles.

Resulta inaudito que, quien lo controla absolutamente todo en su partido y en su Gobierno, se atreva a decir que no se ha enterado de nada de lo que hacía su más estrecho colaborador y hombre de máxima confianza. En cualquier caso, si no lo sabía, debería irse a su casa por inepto; y si lo sabía, tendría también que irse, en el mejor de los casos por taparlo.

Y en cuanto a la supuesta auditoría, habría que hacérsela, no a su partido, sino a su Gobierno, porque se trata de contratos públicos que han sido amañados. Por tanto, no es solo que Sánchez haya dado unas explicaciones notoriamente insuficientes: es que, además, se ha reído de los españoles.

Porque la situación política es ya insostenible, de absoluta degradación, por mucho que Sánchez no quiera asumirlo. Los políticos con un mínimo sentido de la responsabilidad no hacen pucheros: dimiten. Es evidente que el problema se llama Pedro Sánchez Pérez-Castejón, que ha fijado un umbral ético tan elástico y cambiante que ha permitido y fomentado la corrupción generalizada en su entorno. 

Una corrupción cuyos tentáculos han alcanzado a la Región de Murcia. Hasta el punto de manchar una de las obras más emblemáticas de la Región: el soterramiento. Según el informe de la UCO, la trama corrupta de Ábalos y Santos Cerdán repartió 550.000 euros en comisiones ilegales con la adjudicación de las obras del soterramiento de Murcia y de las del Ave Murcia-Almería.

Por tanto, la ‘banda del Peugeot’ también se ha llevado dinero de los ciudadanos de la Región en mordidas del soterramiento. Porque no podemos olvidar que la Comunidad Autónoma y el Ayuntamiento de Murcia han aportado dinero de los impuestos para pagar esas obras, en virtud del convenio firmado con ADIF. 

Sin embargo, el nuevo secretario general de los socialistas de la Región, Francisco Lucas, quien, recordemos, fue arropado y aupado por Santos Cerdán, no ha dicho esta boca es mía. ¿Acaso no le merece ninguna opinión que se hayan repartido en comisiones ilegales el dinero de todos los ciudadanos de la Región? También cabe recordar que Pedro Saura era el número dos del Ministerio cuando se adjudicaron las obras. Si es verdad, como da a entender su entorno, que no era partidario de tales prácticas, ¿por qué no las denunció? Si no lo hizo, fue un encubridor de la corrupción del Gobierno de Sánchez.

Los socialistas de la Región deben dar muchas explicaciones. Y Pedro Sánchez tiene que marcharse por necesidad democrática y de regeneración de la vida política. En el momento más crítico de una legislatura ya de por sí aciaga, no tiene otra salida que dimitir y dar la oportunidad a los españoles de pronunciarse en las urnas sobre el futuro inmediato de España.

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