Opinión | La balanza inmóvil
Nunca pasa nada
No me extraña que Europa se mosquee y nos saque los colores.

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, en Bruselas. / EFE/Olivier Hoslet
Nunca pasa nada, hasta que pasa. Eso es lo que debió pensar el alcalde de Móstoles un día como hoy en el año 1808, cuando, harto de los franceses, encabezó una revolución para echarlos. Hoy, afortunadamente, no hay movilizaciones que acaben en guerra, sino en un más que probable revolcón memorable en las urnas. Otra cosa también distinta es cuando se produce una invasión que deviene en batallas cruentas que parecen no tener fin, a pesar de que dicen que negocian para ello. Ojalá que, como el Cid Campeador, el extinto papa lo consiga tras esa conversación de quince minutos, que más parecía una confesión mutua, entre Donald Trump y Volodímir Zelenski en la basílica de San Pedro del Vaticano, tras la cual Trump amenazó a Vladímir Putin con sanciones -amagará, pero no pegará-. Claro que no estaba el invasor, y eso dificulta mucho un acuerdo que no sea el de rendirse entregando territorios, que es lo pretendido. Ya ha pasado con mucho, el plazo de 24 horas, que el interlocutor Trump dijo que acabaría con la guerra. Promesas, fantasmadas, mentiras electorales o simples cambios de opinión.
Nunca pasa nada, hasta que pasa, también en nuestro país y sus relaciones con Europa. Entre la ayuda y el estorbo es lo que puede ser Europa para España. El estar en Europa, además de darnos subvenciones, nos permite estar más fuertes que nunca, a pesar de que nos reprochen que no contribuimos suficientemente al armamento militar, por diversas razones. La principal de ellas es que parte del Gobierno se opone, en tanto que la otra mayoritaria del mismo hace encajes de bolillo para convencer a aquellos de que no va a ver recortes sociales si se aumenta la aportación a gastos militares. Entretanto, además de conocer que mientras se le ponía verde se hacían negocios con Israel, se les compra 15.000 balas para, posteriormente, resolver unilateralmente el contrato. Así, todos contentos, menos el pueblo, claro, que será el que tendrá que pagar la indemnización que ello puede conllevar. Pero no pasa nada. Todos siguen en el Gobierno -incluido el ministro que es desautorizado, que no dimite-, los mayoritarios y las minoritarias, que amagan, pero como Trump, tampoco pegan.
Por esas cosas, y porque hay 47 cargos públicos cercanos a Sánchez que están siendo investigados -de forma directa o indirecta- por corrupción, el Consejo de Europa nos da un varapalo en la lucha anticorrupción por 13 presuntos incumplimientos parciales y 6 totales de las recomendaciones que hizo para esa lucha. Por el contrario, el Gobierno sostiene que ha cumplido las mismas en un 80%. Y es que Europa es muy criticona y controladora. Total, porque dice que no hay que blindar a los políticos corruptos, ¿seguirá pensando eso cuando les llegue la ley de amnistía?
Dice el Greco (Grupo de Estados Contra la Corrupción) del Consejo de Europa que no solo hay que evitar la corrupción en el Gobierno, sino también en las fuerzas de seguridad, en los parlamentarios y en los jueces y fiscales, refiriéndose a que los políticos deben abstenerse en el nombramiento de los miembros del Consejo General del Poder Judicial y, sobre todo, que el fiscal general del Estado no sea nombrado por el Gobierno, debiéndose reformar su estatuto para que sean independientes. Totalmente de acuerdo, y así nos evitaríamos el bochorno de tener al fiscal número uno de los fiscales investigado por el Tribunal Supremo, que lejos de mostrarse colaborador con la Justicia, borra, presuntamente, los mensajes de su móvil -estoy impaciente por saber si se han podido rescatar y lo que dicen- y, por si fuera poco, mueve ficha creando una fiscalía distinta de la de corrupción con nombramientos que él mismo hace. No me extraña, pues, que Europa se mosquee y nos saque los colores. Pero no pasa nada, hasta que pase, y nos sancionen, y entonces será Europa la que nos tiene manía, y se hará una campaña denunciando una injerencia en el Estado español, que es lo mismo que dicen del Poder Judicial -que, casualmente, es el encargado de interpretar y aplicar la ley en un Estado de derecho, no el Ejecutivo ni el Legislativo- cuando se oponen a aplicar leyes nacidas para el beneficio particular y no para el general. Entre lo del fiscal general del Estado, la forma de designación de los vocales del Consejo General del Poder Judicial y las leyes personalizadas -incluso tratando de suprimir la acusación popular para que, así, si el fiscal no acusa, no se pueda juzgar-, el Greco no para de pintarnos cuadros.
Suscríbete para seguir leyendo
- Esta es la playa de Murcia elegida la 'segunda mejor del mundo' por un prestigioso medio británico
- Piden retirar el nombre al Callejón del Piscis de Murcia
- El pueblo más barato de España para alquilar una casa en la playa está en Murcia
- El incendio provocado en un vertedero de Mazarrón obliga a desalojar a los vecinos
- El presunto agresor del jubilado de Torre Pacheco pegó dos días antes a un policía
- La ONCE reparte 420.000 euros en Murcia
- Bizum cambia las reglas: a partir de ahora estos envíos estarán prohibidos
- Mazarrón: el 'valle' con vistas al Mediterráneo donde alquilar un verano cuesta menos que en la costa valenciana