Opinión | Mamá está que se sale
Fiestas de primavera
Viva la vida en la calle y la alegría

Una imagen del desfile del Bando de la Huerta. / Israel Sánchez
Se llaman Fiestas de Primavera, pero en Murcia bien podrían llamarse las fiestas de la alegría y de la vida en la calle. Díselo a uno de mis hijos, que se queja de que tiene más cosas que hacer ahora, en vacaciones, que cuando hay colegio. No hay forma de descansar, dice. Pero quién se va a encerrar en casa, con este clima tan agradecido, que pide a gritos salir, a tomar aunque sea el aire.
Apenas empezó la semana, las peñas huertanas se vistieron como mandan los cánones de la huerta para saludar a la Fuensanta. Las mujeres tocadas con mantilla -qué huertanas y qué elegantes- hablaban entre ellas mientras llevaban flores a la Virgen; que si «mira qué mantilla llevo, era de mi bisabuela, pero por si acaso me compré una en Shein»; que si «en Amorós también las tenían, y tú para guardarla cómo vas a hacer». Huertanos y paisanos dejaron a la Virgen miles de claveles, aquí en Murcia qué otras flores iban a ser. Para ella y para el papa Francisco, que Dios lo tenga en su gloria, justo unas horas antes acababa de fallecer.
En mi casa es una tradición vestirnos a lo huertano. No nos falta ni medio broche, y por si el mantón no está donde debiera, o el refajo se nos cae, aparece por allí la presidenta Mariate, de la Peña San Isidro-La Panocha, y con un par de tirones y unos imperdibles te recoloca el traje. Así no parecemos novatos en esto de vestir de huerta. Que aunque me lo lleve poniendo toda la vida, ponerse el traje de huertana es un arte. Cómo habré espabilado, no te lo vas a creer, que hasta llego a la misa huertana y encuentro sitio a la sombra, quién me ha visto y quién me ve.
Después hay una procesión preciosa por las calles principales, pero según avanza el día, la procesión va cambiando. A la Virgen la guardan, y los que salen danzando son perros con chaleco y carritos de bebé adornados. Luego cómete una morcilla y un poco de pisto murciano, y busca un sitio estratégico para pescar algo cuando veas el bando.
No sé cómo explicarte qué es, porque no es sólo un desfile, ni es una procesión, es como si celebráramos lo que tenemos y lo que somos. No en plan exposición, sino todo lo contrario, porque en el bando participan los que van en las carrozas y los que los jalean y aplauden. El bando es un desfile de huertanos repartiendo limones, especias, regalando lo que da la tierra. Es la celebración del carácter murciano, el generoso, el que reparte al desconocido y acoge al menesteroso.
Para rematar la semana, acabamos con el entierro. Enterraremos a la sardina, pero qué dos días de pitos tenemos. Yo tengo en mi casa uno, con brillantes, o eso dijo Cristina, y desde ayer lo llevo puesto. No pienso salir de casa sin la indumentaria de acuerdo al momento.
Y cómo vamos a terminar nuestras fiestas si no es como hacemos nosotros, regalando balones y juguetes de los sardineros. Los de fuera se extrañan de que nos guste esto, qué te voy a decir, así hacemos los murcianos, nuestra diversión es compartir, aunque sea una vez al año.
Suscríbete para seguir leyendo
- Investigan la sustracción parental de un niño de 4 años en Molina de Segura
- La tormenta descarga una potente granizada en la Región y causa problemas en las carreteras
- Sepultados en aceite usado de coches, cal viva y sosa cáustica en la nave de Librilla
- La UCAM se suma a #UnMatchxUnaVida para la donación de médula
- Patricia Ortega: 'Me costó venirme a Burela, pero fue mi padre quien me animó a hacerlo
- Herido de gravedad un joven motorista tras chocar con un coche en Torre Pacheco
- La Comunidad solicita al ministerio de Agricultura ayudas para los cultivos afectados por el granizo
- Llega la nueva PAU: esto es todo lo que está prohibido hacer durante los exámenes