Opinión | Tribuna política

Virginia Martínez

Presidenta de la Comisión de Industria, Trabajo, Comercio y Turismo y diputada de Vox en la Asamblea Regional

La economía de la Región está en quiebra, pero ellos lloran por su subvención

A menos sueldos que sufragar y chiringuitos que mantener, menos saqueo fiscal será necesario

Vox defenderá en la Asamblea Regional la eliminación de todas las subvenciones a los partidos políticos.

Vox defenderá en la Asamblea Regional la eliminación de todas las subvenciones a los partidos políticos. / Iván Urquízar

Hace unos días asistíamos, ojipláticos, a la bochornosa comparecencia que el presidente de la Croem desplegó, criticando que Vox quisiera acabar con las subvenciones a partidos políticos, sindicatos y patronal. No le parece bien que el sector privado, cada vez más escuálido, deje de pagar la fiesta a un sector público cada vez más seboso, y tenía que decirlo alto y claro.

Sin embargo, no le hemos visto salir en rueda de prensa a criticar la acción del Gobierno por llevarnos a una deuda astronómica de 13.000 millones de euros, por el cierre de 714 empresas el año pasado, por el incremento del 36% en los concursos de acreedores en 2024, por el aumento del 46% en enero de este año o por los 80.000 parados que tenemos, con un 25,7% juvenil de paro.

No se queja porque la ineficiencia de la Administración y la sobrerregulación ideológica de PP y PSOE multiplican la normativa todos los años. No se queja tampoco de que la Consejería de Medio Ambiente tenga paralizada la economía de la Región, con cientos de expedientes sin tramitar que tardan años en resolverse, o porque no tengamos planes de suelo industrial porque el PP los tiene guardados en un cajón (como le pasó al Gorguel). ¡No! Se posiciona públicamente (y en nombre de todos los empresarios) contra Vox porque se le acaba la subvención.

El presidente de la Croem no empieza bien su mandato. Voces autorizadas en el mundo empresarial de esta Región critican abiertamente esta postura de confrontación con un partido como Vox, que ha centrado su política en el despegue económico de la Región a través de la simplificación administrativa, la reducción de normativa, la bajada de impuestos y el recorte del gasto innecesario. Se preguntan si su vasallaje al poder lo incapacita para representar a un colectivo -los empresarios- tan castigado por la numerosa normativa ideológica de los últimos años y por la ineficiencia palmaria de un Gobierno regional que lleva viviendo de las rentas casi 30 años. La modorra administrativa en la que está sumida la Región impide la creación de riqueza y frena la expansión de la economía, por lo que sería un error insistir en la defensa de su subvención por encima de las necesidades de la Región de Murcia.

Si el presidente de la Croem quiere trabajar para los empresarios, puede contar con Vox. Si lo que le importa es su subvención pública, tendrá que contar con el PP y con el PSOE. La Confederación de Empresarios y su presidente saben que pueden contar con Vox siempre que quieran trabajar para sus asociados, los empresarios y emprendedores de esta Región.

En Vox tenemos claro que son los empresarios y emprendedores quienes realmente crean riqueza y bienestar en nuestra Región a través de la creación de empresas. Por eso, desde que entramos en las instituciones, nos hemos reunido con empresarios de todos los sectores y hemos desarrollado numerosas iniciativas en la Asamblea para impulsar la desregulación, la bajada de impuestos y la agilidad administrativa, aunque la mayoría de ellas se hayan encontrado con la negativa del PP, más empeñado en parecer que hace algo, pero instalado en el inmovilismo.

Cada vez es más complicado encontrar a quien defienda, sin ataduras, al ciudadano normal: ese autónomo, hostelero, ganadero, agricultor o empresario que se parte el lomo para alimentar a su familia, educar y vestir a sus hijos, y producir en la España castigada.

Los que componemos Vox lo tenemos claro, y nuestras políticas así lo reflejan. Allí donde los ciudadanos nos han prestado su apoyo, y en proporción directa al peso institucional que nos han otorgado, estamos implantando nuestras medidas. Tanto a nivel nacional como regional, lo que necesitamos para prosperar son creadores de riqueza. Por eso, quienes venimos de la empresa privada y hemos dado el paso a la política, insistimos en propiciar un entorno que facilite la proliferación de empresas en todos los sectores, atraiga inversión nacional y extranjera, y revierta la fuga de talento en nuestra Región.

A menos sueldos que sufragar y chiringuitos que mantener, menos saqueo fiscal será necesario. El consumo crecerá cuando la renta del contribuyente no se destine, en dos tercios, a pagar sueldos, prebendas y enchufados de las distintas administraciones. Si el ajuste se hace sobre el gasto superfluo de la Administración, y no castigando vía impuestos al sufrido ciudadano, la economía progresará de manera constante.

Por eso, el entramado de redes clientelares, medios de comunicación, agentes sociales y «agradecidos» representantes empresariales se revela y se protege, saliendo decidido en defensa de quien les paga. Están muy nerviosos. La paguita gubernamental, en forma de subvención que recibe a final de mes, está en peligro si gobierna Vox.

Es fácil de entender: ninguna organización empresarial o sindical que reciba subvenciones y ayuda económica pública es libre a la hora de defender los intereses de sus asociados. Siempre estará más pendiente de agradar al poder político que la compra para no perder su privilegio económico. Dicho de otra manera: a mayor subvención, mayor sumisión.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents