Opinión | Apuntes del natural

Esa pinta de flacos, macilentos y sin pelo

"Mira, Enrique, lo hemos hablado todos y estamos de acuerdo. Tienes que afeitarte esa barba. Pareces más viejo, tienes cara de enfermo y estás horrible"

Elisa Mouliaá declara que dijo no a Errejón (en la foto) y sugiere que pudo echarle "algo" en la bebida.

Elisa Mouliaá declara que dijo no a Errejón (en la foto) y sugiere que pudo echarle "algo" en la bebida. / Sergio Pérez / EFE

SE LA PERDIÓ. Una señora mayor, en la puerta del Almudí, en Murcia ciudad, mirando cómo quitan unos carteles de una exposición de la fachada, hablando sola: «Joder, que venía hoy a verla».

BUENA COSECHA. Ahí, muy cerca de la capital, El Palmar da seres humanos que se colocan en primera fila mundial, cada uno en lo suyo. Carlos Alcaraz es uno de ellos, aunque creo que también haber veraneado toda su vida en Los Urrutias ha tenido influencia en que se convierta en quien es, porque este pueblo del Mar Menor manda mucha romana. Y esta semana el presidente Trump (presidente, a partir de mañana) ha nombrado a otro hombre nacido en El Palmar, Darío Gil, subsecretario de Ciencia e Innovación de su gobierno. Lo de El Palmar es realmente notable a la hora de producir talento. Tengo yo un amigo que vive allí y es más listo que el hambre.

PIOJOS. Se ha publicado un estudio en el que se dice que el 30% de los escolares españoles tiene piojos al menos una vez al año. Me acuerdo yo de que mi padre, cuando mi hermano y yo éramos pequeños y nos empiojábamos, nos llevaba al barbero y hacía que nos pelaran al cero. Como, además, debido a pedradas y golpes teníamos señales en la cabeza, la pinta que se nos quedaba, flacos, macilentos y sin pelo, era realmente terrible. Así que cuando esto ocurría, que era a menudo, siempre en el colegio, le pedíamos a mi madre por favor que no le dijera nada al papá y que se encargara ella de echarnos el ‘flic’, producto maloliente que escocía, y quitarnos las liendres a mano. Y ella, que era más buena que el pan, nos lo hacía. 

La princesa Leonor, en el buque Juan Sebastián de Elcano en el puerto de Santa Cruz de Tenerife.

La princesa Leonor, en el buque Juan Sebastián de Elcano en el puerto de Santa Cruz de Tenerife. / EFE

¿REYES? En la portada de una revista de esta semana se puede leer: ‘Felipe y Letizia despiden emocionados a Leonor’. Debe ser España el único país con monarquía reinante en el que un titular así aparezca en una publicación. Es inimaginable que en el Reino Unido se lea que ‘Carlos y Camila se despiden de Guillermo’, sin poner delante rey, reina, príncipe, etcétera, y lo mismo en Noruega o en Bélgica. Tendríamos que hacernos medir nuestra vocación de monárquicos. 

CONSPIRACIÓN. Llevaba dos meses dejándome la barba, pero, oiga, una barba cuidada con esmero y muy actualizada en estilo y clase. Yo me encontraba a gusto con ella. Esta semana me reúno con un grupo de amigos a tomar una cerveza en un bar, y cuando me voy a levantar para irme, uno de ellos, éramos siete, me dice: «Siéntate un momento que queremos decirte una cosa». Me siento y espero. Y entonces, Pepe, (se llama Pepe el que hablaba) me dice: «Mira, Enrique, lo hemos hablado todos y estamos de acuerdo. Tienes que afeitarte esa barba. Pareces más viejo, tienes cara de enfermo y estás horrible». A la mañana siguiente me afeito, y, cuando me ve mi mujer, me dice: «Menos mal que te has quitado ‘eso’. No quería decirte nada pero te estaba fatal».

SON DEL MADRID. Un hombre a otro al día siguiente del partido ‘Barsa’–Madrid en la final de la Recopa, en la calle: «Anoche por poco me da un infarto». «Pues yo, cuando metieron el cuarto, apagué la tele y me fui a la cama, ‘esesperao’».

COMPRA. Entro en una tienda de ropa que está de rebajas, como todas. Me compro una cosa. Lleva puesto el precio con una pegatina amarilla sobre la etiqueta. Observo que el precio anterior está tapado con otra pegatina, ésta blanca y tan adherida al cartón que es materialmente imposible arrancarla. Cuando llego a mi casa la rasco con un cuchillo para ver cuánto me he ahorrado con las rebajas, y por fin descubro el precio anterior. Es exactamente el mismo que el que yo he pagado. No habían rebajado ni un solo céntimo. Me dan ganas de poner aquí el nombre de la tienda, pero no lo hago porque no quiero perjudicar a nadie. Pero es una situación bastante indignante. Por el engaño que supone, claro está.

 ASALTO AL PODER POLÍTICO. En su discurso de despedida, el presidente Biden ha señalado una alerta general contra la ‘oligarquía tecnológica’, esos ultramillonarios que, hartos de ganar dinero, han decidido asaltar el poder, intentar dominar con su influencia la política del continente americano y la europea, acercándose y respaldando a toda la ultraderecha que se les ponga a tiro. También pensadores y filósofos de estos países y del nuestro escriben donde pueden en este mismo sentido. Ven en estos movimientos de los ricos un intento de cambiar completamente las bases de nuestra convivencia, denostar la solidaridad, hacer desaparecer cualquier cosa que huela a lo social, convertir nuestro mundo en un sálvese el que pueda, y el que no pueda que se hunda porque la sociedad no lo necesita. Da miedo.

CAMBIO DE DEPORTE. La misma conversación de los dos hombres de arriba: «¿Sabes lo que te digo?, que me voy a dejar el fútbol y ahora me voy a dedicar a ver el tenis». Y ambos se ríen a carcajadas.

NO ME CONVENCE. Veo en la tele a Iñigo Errejón saliendo de los juzgados de Madrid tratando de explicarse ante la prensa y convencernos de que él no ha hecho ‘na’. Conmigo no lo consigue.

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