Opinión | Noticias del antropoceno

¿Soy solo yo o es la música pop actual?

Me gusta el fin de año porque los medios publican sus respectivas listas de mejores películas, mejores libros, mejores series y mejores álbumes de música. Suelo guardar esta información porque —apremiado por la constatación del tiempo que se escapa— quiero que los momentos empleados en leer, oír y ver algún producto de entretenimiento cultural sean relevantes. Con este propósito, me fabriqué una lista de Spotify para guardar los mejores álbumes de música popular según la lista elaborada por The Economist. Asumí desde el principio que no me iba a sonar conocido apenas nada de lo que iría a escuchar, porque de entrada no tenía referencias de los autores del listado. Eso no impidió que empezara a escuchar las canciones con el deseo manifiesto de adaptar mis gustos a los modos y tendencias musicales del año que acababa.

Y sí, es verdad que la calidad de las producciones musicales era de primera y que las voces rebosaban de armónicos e iban sobradas de potencia. Pero la cosa —después de una hora— me pareció el ejercicio más aburrido del mundo, indigno de dedicarle un minuto más de mi escaso tiempo. Así que dejé de lado mi lista de The Economist Best of 2024 y me sumergí en Mis Canciones Favoritas, un valor seguro.

Supongo que la conclusión a este episodio es que el arroz se me ha pasado para actualizar mis gustos musicales. Pero eso no lo explica todo, como es obvio cuando comprobamos que la gente joven de una boda (la única ocasión para testar los gustos del mix generacional) baila a los mismos ritmos que la gente mayor. Niños, adolescentes y carrozas saltamos y brincamos con los ritmos de los ochenta y noventa. Alguna vez el DJ de turno se decanta por la música pop actual, pero eso suele expulsar automáticamente de la pista a la mitad de los danzantes.

Tampoco creo que el fenómeno sea fruto de una reacción defensiva ante nuevos ritmos y sonidos, porque precisamente este pasado año he descubierto el gusto por algo tan ajeno hasta ahora para mí como la ópera. Mi conclusión es que la música de mi juventud es la más creativa y divertida de las que se han escuchado hasta ahora. Al menos en el género pop.

Otra cosa son los reguetones y similares, pero donde se ponga un bolero que se quite todo lo demás. Pensándolo bien, es la edad, seguro. n

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents