Opinión | Nos queda la palabra

Es fácil

Máxime si cada año se marca récord en empleo, con 500.000 puestos de trabajo generados en 2024, y en cotizantes con, ni más ni menos, 21,3 millones. A lo que hay que sumar el constante avance del salario mínimo y, por tanto, del salario medio. No hay mejores reyes, aunque el mérito es del Gobierno.

Una vez que se avanza en cubrir lo necesario, en corregir una desigualdad desbocada, sólo falta añadir la bondad.

Con ser buenas personas todo se solucionaría, expresaba en su primer mensaje en Bluesky un huido de X, que despejaba así cualquier debate sobre los nuevos propósitos, deseos y demás anhelos propios de estas fechas.

Ser un hombre bueno y, como ya nos alumbró Aristóteles, ciudadanos. De serlo todos, no tendríamos a Trump a la vuelta de la esquina. Un condenado por más de 30 delitos que no sólo no situará al hombre en el centro sino que entregará su cetro a personajes de la calaña de Musk, propagandista nazi confeso. Y qué decir de Netanyahu o Putin, también electos por la mayoría para extender la muerte.

En ningún lugar estamos libres de la llama negra, que prende azuzada por unas redes sociales que se alimentan y crecen a base de desinformación y valores negativos como racismo, xenofobia, machismo, homofobia...

Ya temes hasta recomendar informativos o felicitaciones navideñas de instituciones tan neutras como Cáritas, RTVE o el Museo del Prado.

Los mismos defensores de las tradiciones y de la religión que se rasgan las vestiduras por una broma con una estampita programan cabalgatas donde los tres reyes magos son blancos. Aquellos a los que les falta libertad ahora y callaron durante la dictadura.

Defensores de la confrontación diaria que en vez de celebrar el 50 aniversario del advenimiento de nuestra democracia se alinearán con los que pretenden resucitar la memoria del dictador, no la de sus víctimas.

Malos tiempos cuando hay que resaltar lo obvio, que la convivencia, la vida o la felicidad es compartida, no partida ni hurtada por los que generan confrontación y odio.

Feliz año.

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