Opinión | Nos queda la palabra

La fiesta, en paz

Ya queda poco para saltar al coliseo que representa nuestra mesa de Navidad. No será una novedad, pero este año me temo que serán legión los que harán gala de su desinterés por la actualidad para arremeter contra todo. En una especie de transición del cuñado que lo sabe todo al que no sabe nada, pero con igual capacidad destructiva. Se jactarán de que no ven el telediario, ni escuchan las noticias ni, por supuesto, leen un periódico. Y, al parecer, eso les da ventaja con los que, pobres e indefensos, tenemos la información como la principal materia prima para considerarnos ciudadanos.

Después de lucir su ignorancia, instigada por la ola de ultraderecha trumpista que tiene como primer objetivo denigrar a los medios de comunicación asistiremos, atónitos y en silencio, a la descripción del apocalipsis con frases tan tradicionales como estas fiestas: todos los políticos son iguales, la política es una mierda, no soy ni de derechas ni de izquierdas y el resto de exabruptos que componen el menú del día de los que componen esta camarilla.

Da igual que en el inicio de la larga y venturosa noche, hasta el rey pudiera recordarnos sus recientes palabras en Italia sobre la necesidad de no "repetir el pasado, ni en caricatura", haciendo referencia a la dictadura que sufrimos ambos países mediterráneos.

Es indiferente, asimismo, que los miembros de la familia que se quedaron en el pueblo, con los que ahora compartimos la Nochebuena, estén felices por tres años seguidos de excelentes cosechas. O la alegría de los adultos más jóvenes por su incorporación a un puesto de trabajo, donde ya están fijos y con un sueldo digno, aunque no suficiente para comprar vivienda. Tampoco cuenta que uno de los hermanos exhiba con alivio la recuperación de su comercio porque el consumo está disparado y el otro se vea libre tras desprenderse de la hipoteca.

Como siempre, nos tocará callar para que haya paz. Ojalá sirviera también para Gaza. Pero sí. Yo ya tengo mi frase cortita como coraza ante cualquier discusión: llevas razón, 31 es más que 35, tal y como aprobó el presidente de ultraderecha de las Cortes de Castilla y León tras una votación. Felices fiestas.

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