Opinión | Murcia D. F.
'De norte a sur en bici, ¿y el oeste?', por Lola García
La ciudad de Murcia ha completado sus carriles para las dos ruedas en la carretera de Churra, mientras que la zona de San Basilio, San Antón y San Andrés siguen siendo un erial para las dos ruedas

Un repartidor de Glovo utiliza el nuevo carril bici de la calle Nuestra Señora de los Buenos Libros / L.O.
Felicitaciones al Ayuntamiento de Murcia porque ha llevado a buen término la prolongación del carril bici que bordea la Redonda hasta la carretera de Churra, pasando por la calle lateral del colegio Capuchinos y por el cruce de Abenarabi. Se trata de un nuevo itinerario de menos de dos kilómetros, pero sumamente importante: permite llegar desde la avenida Príncipe de Asturias hasta la estación de tren del Carmen en bicicleta de manera ininterrumpida.
Y en un rango de tiempo más que razonable, ya que si se circula a una velocidad prudencial se atraviesa la ciudad de norte a sur, y viceversa, en menos de media hora. Un paso muy importante para los ciclistas que no tendrán que bajarse de las dos ruedas en ese largo tramo y que permitirá sumar seguridad a todos aquellos que dudan si seguir alimentando la Murcia cochista o unirse al pelotón ciclista.
Está bien reconocer a los gobernantes municipales cuando hacen las cosas bien, y es de recibo darles una palmadita en la espalda en proyectos, como el ciclista, por el que se han sacrificado centenares de plazas de aparcamiento para los vehículos privados. Felicitarlos en este caso es de justicia, pero que no se les suba el ‘éxito’ a la cabeza. Todavía hay mucho trabajo por hacer en el tema carril bici. Un ejemplo palmario es la zona oeste de la ciudad, que no cuenta de momento con ningún metro de vía ciclable. Barrios como San Basilio, San Antón y San Andrés han quedado, de momento, al margen de las rutas ciclistas pese a que sufren una gran presión del coche privado, sobre todo San Antón y San Andrés. Es penoso ir por las calles principales de esos barrios y contemplar el mar cochista que impera en esas zonas donde la contaminación se siente en cada poro de la piel (por no hablar de la afección pulmonar que genera).
El Consistorio capitalino proyectó hace varios lustros un carril bici en esa franja de la ciudad; un plan que nunca se llevó a cabo y que terminó desapareciendo de las previsiones de futuro que ahora se han ido ejecutando gracias al empuje de los fondos Next Generation. Además, ejecutó hace poco el ‘bulevar verde’ de San Andrés sin dejar espacio para las dos ruedas, un error monumental teniendo en cuenta la cantidad de euros que se invirtieron y los largos años que pasarán hasta que se vuelva a actuar en la zona.
A falta de espacios para las dos ruedas, podría decretarse una zona de calmado de tráfico limitando la velocidad de paso a 30 kilómetros por hora y así facilitar la convivencia entre ciclistas y cochistas, y aumentar la seguridad para aquellos que quieran sumarse a la movilidad sostenible y ecológica. La falta de carriles bici también se está dejando notar en nuevas construcciones en pedanías y barrios del extrarradio de la ciudad, en donde los planes parciales y el urbanismo siguen siendo los de siempre. Una ciudad encefalograma plano, sin repensar espacios de cara al futuro que permitan el establecimiento de nuevas infraestructuras sin tener que romper lo que ya está hecho. Solo hay que echar un ojo al nuevo barrio que se está creando en torno a la carretera de Churra, a partir de la avenida Príncipe de Asturias. Ganas de llorar provoca el dibujo realizado por las mentes pensantes del urbanismo murciano: mucho ladrillo, poco verde, escasas zonas de carril bici, sin paradas para buses (sean estas inteligentes o no) y ni siquiera espacios modernos para el reciclado de basura (otro de los grandes retos de las ciudades junto con la movilidad).
Además de todo lo dicho, aún falta mucho por hacer si se quiere potenciar el transporte público en Murcia con unos autobuses obsoletos y unas concesiones caducadas sin mejoras de ningún tipo. También dan ganas de llorar cuando se analiza por qué en la capital de la Región se tarda tanto en materializar mejoras en ese ámbito y en otras capitales de provincias llevan tanto adelanto con buses eléctricos, metros y tranvías. Mientras nuestra ciudad se pone al día (si sueñas, loterías), gocemos de los nuevos carriles bici. Por nadie pase.
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