Al ladrón que ha robado en su tienda en Navidad no le pasará nada

Que robar es más fácil que ahorrar es evidente, y en estas fechas tan señaladas de amor y fraternidad (y de compras y consumismo) los ladrones no pierden ripio y, como profesionales de lo suyo que son, saben que llevarse una vez un perfume, un juguete, una pulsera que no cueste más de 400 euros significa haber cometido un simple hurto, que lleva aparejada, tristemente, la impunidad.

Los delitos de hurto leve (los que, como hemos dicho, no superan los 400 euros y no incluyen en ningún caso violencia o intimidación) aumentan en esta época del año hasta en un 32%, lo que supone unas pérdidas de alrededor de 730 millones de euros aproximadamente para el sector de honrados comerciantes.

¿Qué roba el ladrón navideño? Objetos susceptibles de regalar. No con afán de entregárselos a sus seres queridos (alguno habrá que sí), sino con la intención delictiva de venderlos en el mercado ilícito. Licores, un pintalabios… algo pequeño que echarse al bolso en un descuido de los encargados del establecimiento.

Si lo que se lleva cuesta más de 400 euros, desaparece el «leve» y el delito contempla una pena de prisión de 6 a 18 meses. Aunque no suelen entrar en la cárcel. Y, si les ponen una multa, no la pagan, al declararse insolventes.

No obstante, puede que no se vayan de rositas estos cacos. El Supremo dictó una sentencia en junio de 2017 que ha dado lugar a una reforma del Código Penal que puede cambiar las tornas. La resolución llegó tras presiones de comerciantes afectados, el esfuerzo de abogados y la sensatez de los magistrados.

La reforma legal determina que, «en el caso de que el culpable hubiera sido condenado ejecutoriamente al menos por tres delitos (hurto, robo, etcétera), aunque sean de carácter leve, siempre que sean de la misma naturaleza y que el montante acumulado de las infracciones sea superior a 400 euros, se impondrá la pena de 6 a 18 meses».

Significa que más de tres hurtos leves forman uno grave. Que puede que los ladrones se lo piensen dos veces.

Desde Equi&Lex y Benavente Abogados tenemos un mensaje para las víctimas: denuncien, vayan a juicio, recurran a un profesional de la abogacía que les asista y lleguen hasta el final, hasta la sentencia y posterior ejecución, puesto que solo con la acumulación de sentencias firmes, estos cacos podrán cumplir pena en un centro penitenciario. Se ayudarán ustedes, y también a otros afectados, a atajar esta lacra que parece poquita cosa ‘a priori’, pero que hace daño a los comerciantes honrados, así que anda con mil ojos en Navidad. Felices fiestas.

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