Opinión | El blog del funcionario

Contaminación, casas de apuestas, gordos, fumadores y sin estudios: ¿Qué más se puede pedir?

Cuánto más bajo es nuestro nivel formativo, menos votamos, y es que algunos llevamos diciendo que, por fortuna para las clases altas, los pobres ni votan y ni tienen pensamiento hacerlo

Horizonte de la ciudad de Murcia.

Horizonte de la ciudad de Murcia. / Alicia Martínez

Bienvenidos a la «mejor tierra del mundo». Seguimos batiendo récords por todos lados: contra la contaminación, casi diaria en la capital, nosotros ponemos en marcha protocolos como pedirle a la gente que se monte en un transporte público pésimo; contra el absentismo escolar, les ponemos en las puertas de los colegios e institutos casas de apuestas, no vaya a ser que algún alumno se despiste y quiera estudiar una FP; ante la alta tasa de obesidad infantil, nosotros promocionamos la comida basura; ante la enfermedad del tabaco, en los institutos no hay ni un plan de concienciación contra esta lacra, y, por si faltaba algo, resulta que también lideramos el mayor porcentaje de jóvenes sin estudios superiores.

Tenemos unas tasas demasiado obscenas de familias en riesgo de exclusión social, pero eso sí, estas Navidades estamos dispuestos a pagar cincuenta euros por una comida de Navidad que en muchos casos es una tomadura de pelo. Pelillos a la mar.

Cuánto más bajo es nuestro nivel formativo, menos votamos, y es que algunos llevamos diciendo que, por fortuna para las clases altas, los pobres ni votan y ni tienen pensamiento hacerlo. ¿Por qué invertir entonces en educación pública o en solidaridad? Mucho mejor seguir con nuestras políticas de resignación y beneficencia.

Que Europa nos pide explicaciones sobre las zonas de baja emisiones, pues aquí llega Vox -que cada día se siente más fuerte y mejor representado- y anuncia a bombo y platillo que mientras de ellos dependa, no habrá ZBE en los centros urbanos.

Que el futuro del Mar Menor y de Portmán dependerá en un alto porcentaje de las políticas económicas y medioambientales europeas, pues nosotros insultamos a la nueva Comisaria Europea, la española Teresa Ribera, y encima, con un par, la acusamos de las muertes de Valencia y votamos en contra.

Que tenemos un problema con la vivienda, pues nos ponemos del lado del arrendador, que son los que nos votan y los que llevan haciendo un gran negocio.

Que gracias a la inmigración nuestra agricultura sigue exportando, pues los murcianos y murcianas nos negamos a agachar el lomo debajo de mares de plástico. La extrema derecha, la misma que apoya la patronal agrícola, los criminaliza, y nosotros les disparamos.

Yo si fuera empresario no lo dudaría, invertiría en la «mejor tierra del mundo».

Tenemos de todo, hasta si abusas de unas niñas no entras ni en la cárcel. Y es que aquí te lo facilitamos hasta el infinito, incluso no tenemos alternativa, preocupada mucho más por autolesionarse y automutilarse que de regenerarse y reconfigurarse.

¿Alguien da más?

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents